La jornada de movilización feminista en el 8M tuvo su primera gran convocatoria, a las 12 del mediodía, en el Raval de Montserrat. Centenares de mujeres, de todas las edades, y también hombres se concentraron allí para participar en el acto de la Comisión 8-M de Terrassa que aglutina diferentes colectivos de la ciudad. Fue una auténtica marea lila en tanto que la mayoría de participantes lucían este color en su vestido y muchas de ellas iban acompañadas de pancartas donde destacaba también este color. Uno de los puntos culminantes del acto fue la lectura de un manifiesto que fue leído por representantes de la comisión.
Denuncia en plural
En el mismo se denuncia la discriminación que sufre la mujer en todos los campos; desde el doméstico hasta el laboral y social y político, y especificando también la doble discriminación de mujeres e inmigrantes o las que están afectadas por una discapacidad o han optado por la diversidad afectiva y sexual. Tras la lectura del manifiesto se desplegó una gran tapiz lila que sostuvieron en alto, rodeado de carteles y pancartas, mientras la colla Bergants del campus de la UPC construía un “pilar”. y, al final, canción y música con letra reivindicativa.
La cita con el 8-M en el Raval repitió el éxito del año pasado pero con algún rasgo diferente. Se apreció más gente joven, signo de que esta parte de la población está más sensibilizada y motivada para salir a la calle en demanda de sus peticiones. También hubo más actuaciones de tipo lúdico reivindicativo y alguna intervención espontánea, en este caso una representante de la manifestación feminista de primera hora de la mañana (a las siete de la madrugada) que denunció la actuación “represiva” de los Mossos d’Esquadra cuando iban a cortar el acceso a la ciudad en la zona norte, donde los juzgados. La representante criticó con dureza el comportamiento policial y en su relato dijo que les habían requisado algunas mochilas y móviles.
Valoraciones
En el turno de valoraciones, Mercè Gómez, presidenta del Casal de la Dona, manifestó “somos muchas y diversas pero todas con el mismo objetivo. Hay que luchar contra las desigualdades en el sector laboral, en las tareas de cuidados y del hogar, contra los estereotipos de la publicidad; y hay que fomentar la coeducación, etcétera”. Alba Nos, del grupo de Dones amb Iniciativa de Can Palet, enfatizó especialmente el tema de la violencia de género. “Es una lacra social. Cada día coge más fuerza y no hay recursos suficientes para acabar con ello”. Para ambas, es necesario cambios en la política de género pero que sean “reales”, subrayaron.
Por su parte, la concejal de Políticas de Género, Gracia García, coincidió en que sigue siendo necesario salir a la calle para reclamar la equidad. “Si las mujeres paran, se para el mundo. Y las leyes son importantes pero lo es mucho más tomar conciencia de género porque, de lo contrario, no avanzamos”. García admitió que quizás las leyes tienen una aplicación tardía pero insistió en que “si estas se han elaborado es por la persistencia del movimiento feminista en la calle durante muchos años”.