Allí dentro se fumaba. Allí dentro había una barbacoa. Esas son dos de las supuestas infracciones detectadas por la Policía Municipal en una inspección realizada en un bar de la calle de Sant Crispí, en el barrio de Ca n’Anglada. La redada se efectuó el 15 de febrero. El Ayuntamiento informó ayer de la actuación administrativa, motivada por quejas vecinales.
La unidad de delincuencua urbana de la policía tenía el local en su punto de mira. El 15 de febrero dieciséis miembros del cuerpo local entraron en el bar, como habían hecho meses atrás en otros establecimientos del mismo barrio. Los agentes identificaron a 53 personas. A dos de ellas las denunciaron por tenencia y consumo de drogas.
El Ayuntamiento ha abierto al propietario un expediente sancionador "por las numerosas infracciones y deficiencias detectadas". Entre ellas, la tolerancia hacia el consumo de tabaco y drogas; la habilitación de estancias que no constaban en la licencia de actividades y donde se realizaba una actividad "que no correspondía exactamente con la licencia de bar"; el exceso de aforo y el montaje de una instalación eléctrica artesanal e insegura. Y la instalación de una barbacoa y una pequeña cocina sin autorización.