Terrassa

Acusado de estafa y falsedad por alquilar un piso que no era suyo

Un delito continuado de estafa sobre vivienda, en concurso con un delito continuado de estafa impropia y con un delito continuado de falsedad en documento mercantil. De todo eso acusa el fiscal a un individuo que en el 2014, presuntamente, alquiló una vivienda ajena en el área de Terrassa. Se enfrenta a una petición fiscal de cinco años y seis meses de prisión y a una multa de 4.320 euros. Y a indemnizar a las víctimas.

La Audiencia Provincial de Barcelona ha señalado para hoy el juicio, el colofón de un procedimiento penal abierto en el juzgado de instrucción número 2 de Terrassa en el 2015. El fiscal relata que en fecha sin determinar, pero antes del 31 de diciembre del 2014, el acusado ofertó una vivienda en internet sin ser propietario del piso y sin tener derecho alguno sobre él. Sin autorización de la propietaria. Dos personas se interesaron por la vivienda y el procesado concertó con ellas una visita.

Les enseñó la vivienda y a los aspirantes les gustó. Tanto, que pagaron de inmediato 50 euros de reserva que el arrendador les solicitó.

firma falsificada

El 31 de diciembre se redactó el contrato. El alquiler era de 200 euros al mes. Para aparentar que la dueña había dado su consentimiento, fingió que se ausentaba para verla. Dijo a la persona inquilina que había acudido a su despacho que iba a llevarle los papeles (el contrato y un certificado arrendaticio de subrogación). Volvió con una firma, la de la propietaria. Era una firma falsificada.

El hombre exigió a la arrendataria 650 euros. Esa cantidad, más los 50 pagados de antemano en concepto de reserva, correspondían a las mensualidades a pagar de manera anticipada y a 100 euros por la gestión del contrato. La otra parte entregó el dinero.

Los inquilinos vivieron en el piso entre diciembre del 2014 y febrero del 2015. Llegaron a hacer obras. Como había humedades, el acusado les ofreció otra vivienda del mismo edificio.

Tampoco era suya. Pidió los 100 euros de rigor por la gestión de un nuevo contrato, pero no los recibió. Tampoco llegó a imitar de nuevo la firma de la dueña, pues el asunto se destapó.

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