Las actuales pensiones de los autónomos son, de media, un 40% más bajas que las de los asalariados, y esa situación es como consecuencia que una gran mayoría de los trabajadores por cuenta propia cotizan por la base mínima. "Una pensión media de 755 euros al mes, realmente, no da para vivir", afirmó Antoni Fernández, director general de Caixa d’Enginyers Vida i Pensions en el marco de un acto que se celebró recientemente impulsado por la Organització d’Autònoms de Catalunya (Autcat) en la sede de la patronal terrassense Cecot. En el foro, que atrajo a bastante público, también participaron Enric Rius, presidente de Autcat, y Francesc Duran, director del negocio asegurador de la citada caja. La tasa de reemplazo medio del último salario respecto a la primera mensualidad de la pensión se sitúa en el 79% para los asalariados que cotizan en el Régimen General de la Seguridad Social. En el año 2050, esa tasa de reemplazo habrá caído progresivamente al 50%.
Una reflexión a tiempo
En el caso de los autónomos, esos porcentajes aún son más bajos pues el 86% cotiza por la base mínima; esa cifra llega al 90% entre los autónomos menores de 40 años de edad. "Es una situación que el autónomo se debe plantear cuanto antes; si lo hace al final de la vida laboral, lo tendrá muy difícil para resolverlo", aseguró Fernández. "La posibilidad de elegir la base de cotización, añadió, es una herramienta a estudiar y explorar aunque no hay una única solución mágica para todos". Durante el acto se plantearon aspectos relacionados con la previsión social complementaria de los trabajadores autónomos, cómo pueden ahorrar para la jubilación y otros asuntos como fórmulas para definir la gestión de los riesgos en caso de muerte o invalidez. Los expertos de la Caixa d’Enginyers también apuntaron los principales retos a los que se enfrenta el sistema público y analizaron las reformas que se están introduciendo y su impacto sobre las pensiones del futuro.
Francesc Duran dibujó un panorama muy negro sobre el futuro del sistema de pensiones, del que dijo, haciendo referencias literarias y cinematográficas, que es la "Crónica de una muerte anunciada" y que sufre "La tormenta perfecta". Según Duran, el sistema tiene ante sí numerosos retos, pero el principal es el envejecimiento de la población y la baja natalidad. En 2018 hay registrados en España 17 mil personas mayores de cien años, y medio millón que superan los 90, y la esperanza de vida seguirá creciendo. Otro problema son los bajos salarios, que van en contra de la sostenibilidad del sistema; además, la caída de la tasa de paro "no es suficiente". A pesar de las reformas que se han introducido, y las previstas para los próximos años, de momento, "la Seguridad Social sigue siendo deficitaria y la hucha de las pensiones se ha ido vaciando". La clase política, aseguró, no acaba de tomar medidas "para afrontar los problemas porque pueden ser impopulares", como se ha hecho evidente con el último desacuerdo en el marco del Pacto de Toledo. Mientras tanto, añadió Francesc Duran, el "calendario va avanzando".