El director artístico del Centre d’Arts Escèniques de Terrassa (Caet) y del Festival TNT de nuevas tendencias, Pep Pla, ha anunciado que deja el cargo que ha ejercido durante doce años y no ha renovado el contrato. Pla considera que se va con los deberes hechos y con buena nota. Ejemplariza que la programación ha conseguido un promedio de ocupación superior al 82 por ciento, un índice que se mantuvo en los tiempos más duros de la crisis en el sector artístico.
Cuenta, en esta entrevista para el diario, que tenía muchas ganas de volver a la arena, al ruedo, para recuperar su faceta como director artístico y actor. Remarca que sigue optando por el teatro de texto pero que quiere explorar su presentación en escena con nuevos lenguajes. Y sigue apostando por temas universales, la identidad, la vida, el amor, la muerte… Los temas clave que hacen vibrar por igual al público, actores y directores de obras. Su proyecto más inmediato es la dirección para una obra del Grec’19.
¿Por qué ha dejado la dirección del Caet y del Festival TNT?
Acabo de cumplir doce años al frente de esta responsabilidad. Es un etapa larga en la que he conseguido, junto con mi equipo y colaboradores, dejar unos proyectos muy consolidados. El Caet, el Festival TNT y los dos teatros centrales, el Teatre Principal y el Teatre Alegria, funcionan muy bien, con índices de ocupación que superan el 86 por ciento. Ahora toca un cambio profesional. Y también toca un relevo, dar paso a otras personas, con nuevas energías, con nuevas ideas, para seguir adelante.
¿Ha influido el hecho de que haya elecciones municipales?
No, no en absoluto. Yo considero que ya he llegado al final de mi camino en este trabajo. Y aún no me voy del todo puesto que el Festival TNT de este 2019 recae la programación y la dirección en mí. Pero la idea es que la persona que me sustituya, que gane el concurso público que convocará el Ayuntamiento, esté a mi lado en el próximo festival y lo vivamos juntos. Yo me he comprometido a facilitar el traspaso al máximo y a estar disponible siempre que surja alguna cuestión en la que pueda ayudar. Mi decisión no tiene nada que ver con las elecciones municipales. Ya hace un tiempo que me había planteado dejarlo.
¿Cómo afronta la nueva etapa fuera de la gestión en programación y equipamientos?
Pues salir de nuevo al ruedo y recuperar mi trabajo de director y actor. Ya tengo alguna propuesta en firme. Voy a dirigir una obra para el Festival Grec’19 que se estrenará en julio. No puedo avanzar más detalles. Sólo puedo añadir que, seguramente, se podrá ver en la próxima temporada de Terrassa.
¿Ha tenido que renunciar a muchas ofertas durante esta etapa de gestión?
Sí, claro, porque no se puede compaginar todo. En algún momento de menos trabajo aproveché para participar como actor en "La mare" con dirección de Andrés Lima y con Emma Vilarasau en La Villarroel pero poca cosa más. También alguna participación como actor en televisión. Pero una dirección artística de un centro de programación, exhibición y producción consume muchas horas.
¿Es mejor estar entre bastidores o salir a escena?
Yo me lo he pasado muy bien estos doce años en la faceta de gestor. Antes de llegar al Caet, había ocupado la dirección artística del Artenbrut en Barcelona, durante un año, y ya descubrí que esto me gustaba. Programar y producir en tu ciudad es mucho más atractivo. Han sido unos años maravillosos porque he tenido la posibilidad de inaugurar el Teatre Principal, levantarlo y consolidarlo, además de ir dando forma al Festival TNT y conseguir su proyección fuera de la ciudad. Y todo ello en años donde había muchas crisis y pocas subvenciones. No ha sido fácil pero se ha logrado.
Diseñar una programación es más o menos cómodo. El reto era hacer un festival diferente como el TNT dada la competencia que hay de festivales en todas las ciudades
Todo es difícil porque si haces lo mismo o similar que otras ciudades corres el riesgo de fallecer en el intento y más con la crisis económica, que ha sido muy grave durante un largo tiempo. Pero el teatro en Terrassa, afortunadamente, no se ha resentido. Yo tenía claro que había que inspirarse en la idea de los economistas cuando dicen que hay que explorar nichos de mercado. Y es aquí donde apostamos por un festival de nuevos lenguajes artísticos y compañías que hablan de temas sociales pero con puestas en escena más innovadores.
¿Todas las propuestas que recibía eran buenas?
Todo no se puede programar y hay que elegir en función de la calidad, de la novedad y de que guste a un público amplio. Y también condiciona el presupuesto. Pero hay un sector muy emergente en nuevos lenguajes artísticos que es interesante y prueba de ello es que hemos conseguido que vinieran programadores de Europa y de América. El Festival TNT de Terrassa se ha consolidado como un referente en Catalunya y en el Estado español. Ha conseguido lanzar propuestas como las de la Agrupación Señor Serrano, David Bovés, Agnés Mateus, El Conde de Torrefiel, David Espinosa y otras que después han sido reclamadas por otros teatros de aquí y de fuera. David Bovés, por ejemplo, ha estado en la programación del Teatre Nacional de Catalunya y el Conde de Torrefiel ha salido al extranjero.
¿Y la programación regular en los teatros Principal y Alegria? ¿Ha tenido dificultades?
No, no. Lo que sucede es que no siempre puedes contratar lo que deseas. Ha habido épocas de todo pero creo que hemos logrado mantener un equilibrio entre comedia y drama. Ahora mismo tenemos en la programación "La bona persona de Sezuan" con dirección de Oriol Broggi y protagonizada por Clara Segura. Y pudimos ver "Les noies de Mossbank Road, con dirección de Sílvia Munt y con Cristina Genebat, Marta Marco y también Clara Segura. Son montajes muy potentes, de gran nivel.
¿Cómo valora su relación con las administraciones? ¿Con el Ayuntamiento y la Generalitat?
Ha ido bien. Yo siempre he pensado que debía buscar la parte positiva. Es decir que, desde mi puesto, ocupaba un lugar privilegiado y que podía ayudar a las compañías menos conocidas a despegar bajo el paraguas de hacer coproducciones. Y creo que ha funcionado. El centro de Terrassa es prácticamente el único que queda de aquel viejo proyecto del Centre Dramàtic de la Generalitat en el Teatre Romea de Barcelona, que contaba con tres centros territoriales, que eran Reus, Salt-Girona y Terrassa.
¿Qué tipo de teatro le gusta a usted? ¿Han cambiado sus preferencias después de ver tantos montajes como programador?
Yo vengo del teatro de texto y quiero continuar con este registro. Pero quiere probar nuevas cosas. Me gustaría combinar el texto y la imagen como he visto en muchos montajes del Festival TNT con muy buenos resultados. Me gusta probar cosas nuevas.
¿La incorporación de la tecnología hipoteca la esencia del texto?
Hay que hallar el encaje justo para que el vídeo potencie el texto y no a la inversa. No tengo miedo. Estoy a favor de estos nuevos lenguajes.
¿Cuáles son sus temas preferidos para llevar a escena?
Los temas universales… Todo aquello que habla de la identidad, de la vida, de las relaciones humanas, del amor, de la muerte… Creo que son los temas que interesan a todos: público, actores y a los directores.
Desde el punto de vista de espectador, ¿qué montajes ha visto y que recuerda de modo especial?
Es difícil porque en doce años de gestión son muchos. Hay mucho por escoger pero cito como especiales "Les noies de Mossbank Road", "Tabac Rouge", de James Thiérrée, el nieto de Chaplin; y el Conde de Torrefiel.
Tras su dejar su cargo, el Ayuntamiento ha convocado una plaza de director artístico pero solo para dirigir el Festival TNT
Sí, es la opción que han tomado, No tengo nada que decir. Yo sigo aquí para ayudar en lo que sea necesario.
¿Considera que su sustituto debería ser de Terrassa?
Hay profesionales muy competentes en programación artística. No es una condición imprescindible pero creo que es una gran ventaja ser terrassense porque conoces la ciudad, los espacios, el público… Al menos, a mi, el bagaje sobre la ciudad me ha servido.