Opinió

Proyecto 

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Terrassa presenta mañana al pleno el plan de mejora urbana de la rambleta del Pare Alegre. Se trata de la interpretación de lo que ya recoge el POUM a cerca de la continuación de la rambla d’Ègara hacia el sur para conectar en un futuro con los polígonos industriales de nueva creación e incluso con Les Fonts. Antes estaría el gran nudo de conexión de las autopistas, la joya de la corona del plan de ordenación en la zona, que debía ser el más grande de Europa y que deberá posponerse para más adelante una vez más.

Al margen de la bondad o no del proyecto, de la opinión positiva o negativa que pueda generar (recordemos que Terrassa en Comú ha sido especialmente crítico con el equipo de gobierno a cerca de sus proyectos urbarnísticos), uno de los valores, si se quiere simbólicos, de esta área de mejora es que se trata probablemente de la primera de esa envergadura que se lleva a cabo desde que se inició la crisis económica. Han pasado quizás más de diez años sin que la ciudad vuelve a sentir el pulso del crecimiento y y el movimiento circular de las grúas en funcionamiento. El espacio también tiene su simbolismo, por ser la fachada sur de la ciudad, la entrada principal de Terrassa. Desde las autopistas se puede observar el perfil de la ciudad, la prototípica imagen de un peculiar skyline del que durante mucho tiempo formaron parte, precisamente las grúas que marcaron el gran ascenso y también la gran caída de la ciudad.

Terrassa adecenta su zaguán con un patrón similar al que permitió su transformación a caballo de los siglos XX y XXI. La próxima revisión del POUM decidirá si el modelo a seguir será el mismo y eso debe ser responsabilidad de todos.

Extranjeros

Comisiones Obreras ha hecho pública la memoria del CITE. El Centre d’Informació per a Treballadors Estrangers en Terrassa. Una de las cifras que destacan por si mismas es que el 54 por ciento de los extranjeros que trabajan en Terrassa, el 59 por ciento en Catalunya, lo hace de forma irregular, es decir fuera del circuito legal del mercado laboral. Hablamos de un diez por ciento más que hace sólo dos años. Se trata de una cifra que confirma una vez más que, efectivamente, se está produciendo un a cierta recuperación económica, pero a la vez una mayor precarización laboral, cuando deben ser precisamente las altas a la seguridad social las que garanticen las pensiones y el empleo de calidad el que genere la economía que nos saque a todos definitivamente de la crisis económica.

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