Cuando Carlos Zanón era adolescente, sus amigos del instituto de l’Hospitalet le dejaban comics (El Víbora, Cairo), discos, y también las novelas protagonizadas por el detectivo privado Pepe Carvalho que escribía Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003). “No tenía la sensación de que fueran literatura, sino que te lo pasaban muy bien leyéndolas. También era muy importante que fuera un detective que explicara cosas que sucedían en Barcelona.” Nunca habría imaginado que, como sucedió hace poco más de un mes, llegara a las librerías una novela de Pepe Carvalho con su firma: “Problemas de identidad”.
Su aventura con Carvalho la explicó Zanón el sábado a media mañana, en una conversación con Marce Garcia, coordinador del “Febre Negre al Candela”, que abrió la jornada mayor y maratoniana de este festival terrassense dedicado a la novela negra, y otras expresiones del género. Fue la familia y la editorial Planeta quién le hizo la propuesta de revivir al personaje, y reconoce que primero fue reticente. “Por una parte pensé que era meterme en algo muy complicado. Tenía incluso pereza. Pero también me hacía ilusión, y me daba rabia que lo hiciera otro. Era consciente de que te ponían en las manos un personaje icónico y la literatura española no tiene muchos”. También pensó que se divertiría escribiéndolo, y que nunca antes había hecho una novela policiaca. Y aceptó.
Desde el principio tuvo claro Zanón que no intentaría emular el estilo de Vázquez Montalbán (se siente más influido por Francisco González Ledesma). Y que iba a escribirlo en primera persona. La edad que le daba y la época en que lo metía fueron dos decisiones difíciles. Optó por hacerlo cercano a los sesenta años y que la historia transcurriera en el primer semestre de 2017 (acaba el día antes del atentado en las Rambles). Meses muy intensos. “Tenía ganas de salir a la realidad y decirle que parara, que me dejara acabar la novela.”
Biscuter en “Masterchef”
Reconoció Zanón que se enfrontó con un problema. “Vázquez Montalbán era un periodista de raza, que descifraba la realidad. Yo no soy periodista ni tengo un talento especial para analizar lo que sucede, ni formación política.” La solución la encontró preguntado a mucha gente lo que creía que iba a suceder. Por eso muchos personajes dan sus teorías, hay diferentes puntos de vista. Fue una manera de afrontar el hecho de que un ‘Carvalho’ ha de mirar siempre la sociedad y lo que esta ocurriendo”.
En cuanto a los personajes secundarios, optó por dejar a su amante Charo “en el limbo. Se habla de ella pero no aparece”. No así su ayudante Biscuter, ahora concursante en ‘MasterChef’, “lo que a Carvalho le pone de los nervios”.
Garcia le recordó que “Problemas de identidad” arranca con la desaparición de una chica originaria de Terrassa, y que también en otras de sus novelas (“Taxi”, “Jo fui Johnny Thunders”) hay referencias a la ciudad. “Entra en mi voluntad de no estar siempre en los mismos escenarios, de que no todo pase en Barcelona. De Terrassa yo ni idea. Pero tuve un amigo que se llamaba Emiliano, que vivía en Terrassa y que a veces se presentaba a cenar, sin avisar antes. Mi abuela le hacía siempre un bistec con patatas, y por eso este plato en mi casa se llama ‘el Emiliano de Terrassa'”.