Hace menos de un mes, los pronosticadores más afamados de la Tercera División ya daban por sentenciada la pelea por las cuatro plazas de promoción de ascenso. Pocos dudaban en relación a quien la jugaría, obviando las posiciones finales: L’Hospitalet, Llagostera, Prat y Terrassa eran, para esa inmensa mayoría, los cuatro equipos elegidos. Apenas tres resultados negativos han bastado para poner la incógnita sobre el nombre del Terrassa, que después del empate del domingo en el campo del Europa, unido a sus dos derrotas anteriores, ha visto reducida a un punto su diferencia con respecto al Horta, que ocupa la quinta posición, con el agravante de que los barceloneses tienen un partido menos que los egarenses. Y no demasiado lejos andan Reus "B", a cuatro puntos, y Sant Andreu y Europa, a cinco.
Al Terrassa, por tanto, la Liga le ha cambiado de aspecto. Si hasta hace tres semanas jugaba para ganar, para mejorar su posición, para inquietar a quienes estaban por delante con su fútbol alegre y eficaz, ahora se enfrenta cada semana a la necesidad de no perder lo obtenido, a conservar su estatus, a no entregar sus privilegios. Y ese escenario, tan parecido pero tan distinto, acostumbra a cargar de responsabilidad y de presión a quien se ve acosado de golpe, estando preparado para otras exigencias.
Estaba el Terrassa obsesionado esta semana con cambiar la dinámica de su trayectoria, penalizada de forma inesperada con dos derrotas consecutivas. Y de hacerlo en un escenario exigente como el campo del Europa, un equipo que aún no ha dicho su última palabra en la disputa de la cuarta plaza. Ganar era la principal premisa que surgía del vestuario, pero no perder era aún más importante. En ese contexto, el Terrassa salió vivo del Nou Sardenya porque se llevó un punto, impidió que el Europa se le acercase en la clasificación, conservó la cuarta posición y rompió la racha de derrotas. Aunque sus signos de inseguridad fueron apreciables en distintas fases del encuentro, muestra de que necesita tocar una tecla distinta para activarse de nuevo en la Liga. El tramo final del encuentro fue tan angustioso que el empate acabó siendo bien recibido.
Cristian manejó algunas piezas distintas a las de las últimas semanas con el fin de revolucionar un tanto al equipo después de la mala imagen mostrada la jornada anterior. Recuperó a Guti en el lateral izquierdo una vez superada su larga lesión, rescató a Yayá para la banda derecha de la defensa, ubicó a Nils como extremo izquierdo y devolvió a Carreón al centro del campo, donde su rendimiento ha sido más positivo hasta ahora.
Ninguno de los dos equipos anduvo conservador de inicio, discutiéndose la posesión del balón y la jerarquía en el desarrollo de los acontecimientos. El Europa, eso sí, anduvo mejor en la fase ofensiva y generó más ocasiones de peligro. Los locales avisaron de sus intenciones en el minuto 5 en un remate de cabeza de Varona que se perdió por encima del travesaño. En la siguiente acción, Nils protagonizó una magnífica jugada individual que finalizó con un disparo muy ajustado al poste que mereció acabar en gol. El Europa quiso situar el partido a su favor muy pronto y volvió a inquietar el marco de Ortega con un centro-chut de Torrentbó muy ajustado al poste y en un remate de cabeza de Éric al que respondió de forma espléndida Ortega. Poco antes del minuto 15, Carreón no supo finalizar una buena combinación con Serramitja.
Esa efervescencia inicial fue dando paso a un fútbol menos productivo en ataque, destacando sólo una incorporación ofensiva de Castell que Ortega anuló al adelantarse al posible remate de Torrentbó.
Dominio y apuros finales
El Terrassa inició la segunda parte con mucha personalidad. Se adueñó del balón, hizo recular al Europa y pareció dispuesto a buscar la victoria. Aunque Martínez dio un primer susto en un buen remate en el minuto 52, el Europa se vio alejado del área egarense. Pese a todo, el fútbol egarense careció de profundidad suficiente y sólo en una ocasión generó una cierta inquietud, en una llegada de Nils desde la izquierda que habilitó a Carreón. El disparo de este último se estrelló en las piernas de un futbolista local. El Europa tuvo alguna respuesta aislada, como un disparo muy peligroso de Cano en el minuto 66 que no encontró portería.
Al Terrassa le fueron apareciendo complicaciones que penalizaron sus intenciones. Primero se lesionó Coro y poco después su recambio, Adri Díaz, tuvo que dejar el terreno de juego con un problema muscular. Además, el Europa reservó para el final su versión más peligrosa. Y en los últimos minutos encerró al Terrassa en su área. Primero fue Elo quien obligó a aparecer a Ortega con un disparo de mucho peligro. Después, en un saque de esquina el balón se estrelló primero en el poste y después en el larguero. Y para acabar, otro córner de los locales finalizó sin consecuencias porque la defensa egarense sacó el balón casi en la línea de gol.
CE EUROPA, 0
TERRASSA FC, 0
CE EUROPA. Marc Priego, Germán, Castell, Cano, Gabi, Uri, Torrentbó, Alberto, Martínez, Varona y Éric. Elo sustituyó a Torrentbó en el minuto 56; Josa a Varona en el 79; y Soto a Éric en el 79.
TERRASSA FC. Ortega, Yayá, Pallàs, Sergi Valls, Guti, Guzmán, Coro, Carreón, Serramitja, Arranz y Nils. Adri Díaz sustituyó a Coro en el minuto 60; Daisuke a Serramitja en el 73; y Àlex Fernández a Adri Díaz en el 77.
Árbitro. Pau Serrat. Amonestó a Varona, del Europa, y a Àlex Fernández, del Terrassa.