El día de la "Vaga de país" convocada por la Intersindical y por los partidos y entidades independentistas contra el juicio al "procés" se saldó ayer en Terrassa con cortes en FGC y la C-58, cargas policiales y con importantes movilizaciones de apoyo a los presos que declaran estos días ante el Tribunal Supremo. El seguimiento del paro fue desigual, pero el movimiento independentista demostró que su capacidad de convocatoria y movilización sigue intacta.
La manifestación más importante se vivió ayer por la tarde en el Raval de Montserrat, donde los independentistas retaron al gobierno municipal, colgando del balcón del Ayuntamiento una pancarta por la libertad de los presos. Respondían así a la negativa del alcalde Alfredo Vega a instalarla, tal como a las puertas del juicio le pedían los grupos soberanistas. Vega se negó amparándose en un informe de sus servicios jurídicos y apelando a que Terrassa "es una ciudad plural y el Ayuntamiento debe ser de todos".
Sirviéndose de dos puntales de madera, los convocantes de la concentración de las 7 de la tarde colocaron ayer la pancarta reivindicativa ante la mirada de miles de manifestantes que celebraron con euforia la "gesta". A partir de ese momento la concentración, que superó la celebrada a mediodía, prosiguió con la lectura del manifiesto unitario de la jornada de huelga y con las intervenciones de Xavi Climent y Francesc Muntada, miembro del secretariado de la ANC.
El manifiesto denuncia los recortes de derechos y acusa al Estado de ello. Condena la represión de la derecha, sobre la que se dijo que nunca se fue. "Una huelga general es el instrumento más poderoso que hay para conseguir una gran movilización y acabar con la coacción", recoge el texto, que reclama un trabajo digno, servicios de calidad y libertad de organización.
Durante los parlamentos, Muntada denunció que el Estado español "no respeta los derechos básicos", como al trabajo o la vivienda, ni los fundamentales, "el derecho a la libertad de expresión, a la protesta y a la manifestación, el derecho a la autodeterminación", enumeró.
Las movilizaciones se repitieron a lo largo de la jornada de huelga, en la que se reivindicaron derechos laborales y políticos. En este contento, a mediodía miles de personas se sumaron a la primera convocatoria de movilización en todo el país. Los manifestantes llenaron a esa hora buena parte del Raval de Montserrat, con consignas por la libertad de los presos y por la independencia.
Los primeros en acudir llegaron a pocos minutos del mediodía y poco a poco el espacio se fue llenando, desde la calle de la Unió hasta la calle de Cremat. Entre los participantes a favor de la libertad de los líderes independentistas se encontraban Meritxell Luís, esposa del exconseller Josep Rull, y Alba Puig, hija de Lluís Puig, exiliado en Bruselas.
Ambas se sumaron también a la protesta de la tarde, acompañadas de la esposa del exconseller de Cultura, Maria Rumañach. En las protestas también se vieron representantes de los grupos municipales de ERC, PDeCAT, TeC, CUP y de entidades como Òmnium Cultural, la ANC y la Associació Catalana pels Drets Civils. Esta última reúne a familiares de los independistas en prisión y exiliados.
Lluís, agradecida
A mediodía, Meritxell Lluís tuvo palabras de agradecimiento hacia los asistentes. ""Siempre, siempre, estáis aquí!" para referirse después a que "Terrassa se escribe con ‘e ‘ y dos eses", tal como indicó Rull en su declaración ante la Fiscalía este miércoles, al observar que este topónimo figuraba en la documentación como "Tarrasa" y no "Terrassa".
Alba Puig, por su parte, hizo un discurso más extenso y de carga política. "La huelga de hoy (ayer para el lector) es obligada porque el Estado central vulnera los derechos sociales, civiles y políticos". Puig reclamó la libertad de los presos independentistas y criticó la amenaza de un nuevo 155. "No asegura que Catalunya vaya a ser un bálsamo", censuró. Las intervenciones de la esposa de Rull y de la hija de Puig estuvieron acompañadas de consignas como "No estáis solos" y "Libertad presos políticos". Lemas reivindicativos que se proclamaron en todas las convocatorias de protesta. Los independentistas también entonaron el "Cant dels Indignats" y "Els Segadors".
Tras la concentración de mediodía se organizó una manifestación que se desvió hacia la Rambla d’Ègara, ocupando el carril descendente hacia la Rambleta del Pare Alegre, para finalmente interrumpir el tráfico en ambos sentidos. La protesta estaba encabezada por una pancarta del CDR que llamaba a secundar la huelga, pero la manifestación la integraban miembros de los comités y parte de los independentistas concentrados en el Raval, que se sumaron a la protesta en la principal vía de entrada y salida de la ciudad.