El servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitari Mútua Terrassa (HUMT) acaba de poner en marcha un proyecto, muy probablemente pionero en Catalunya, según sus impulsores, consistente en el uso de la realidad virtual para contribuir a mejorar aspectos como el estrés, la ansiedad y el dolor ligados al postoperatorio de pacientes operados de cirugía oncológica.
Se trata de un proyecto piloto aprobado por el comité de ética del hospital a finales del pasado año que pretende complementar el tratamiento analgésico convencional, con la finalidad de evaluar la aplicación de la realidad virtual dirigida a la promoción del bienestar emocional de estos pacientes.
El responsable del servicio de Medicina Intensiva y de la Unidad de Cuidados Intensivos del HUMT, el doctor Josep Trenado, explica que "el dolor tiene una parte fisiológica, es decir, se localiza en un lugar determinado y produce una estimulación en la raíz nerviosa, pero también puede estar influido por un comportamiento de estrés emocional que con frecuencia aparece en el postoperatorio de estos pacientes".
Dos aplicaciones
En este sentido, la finalidad de la realidad virtual, da a entender, es producir al paciente una inmersión en un mundo virtual y hacerle percibir una apariencia de realidad, pese a estar en un lugar imaginario, así como recrear imágenes mentales para conducirlos a un estado emocional determinado.
En concreto, se trata de dos aplicaciones de realidad virtual proporcionadas por la empresa terrassense Humantiks, una dinámica (con movimiento) y otra fija (estática), que se van probando en los pacientes que se prestan a sumarse a la experiencia en función de sus necesidades.
Aunque se han establecido unos criterios de inclusión y exclusión específicos -tal y como se hace en todas las pruebas piloto-, los pacientes candidatos son todos aquellos adultos que dan su consentimiento y que han estado sometidos a una cirugía oncológica mayor, como es la neoplasia pulmonar o del aparato digestivo.
En fases posteriores y en función de los resultados que se obtengan, la previsión es aplicar la realidad virtual a otras patologías.
La prueba piloto consiste en invitar a los pacientes a una experiencia de 15 minutos. Con ella podrán visualizar diferentes ambientes relajantes y metafóricos que les ayudarán a tranquilizarse y focalizar la atención en este mundo digitalizado y no en el dolor, la ansiedad o el estrés que puedan sentir en el postoperatorio. Esta visualización se complementa con una música -en frecuencias binaurales determinadas (para causar una sensación de sonido 3D)- que los irá guiando a través de los diferentes escenarios.
Bienestar emocional
Un análisis de datos antes, durante y después de la sesión determinará el resultado del ensayo. La previsión es que el proyecto acabe dentro de tres meses, momento en que se evaluará la utilidad de la realidad virtual en el bienestar emocional de estos pacientes. La idea, dice Trenado, es realizar esta prueba a entre 20 y 30 pacientes y luego valorar los resultados para ver "si es factible en fases agudas", como es un postoperatorio de cirugía oncológica mayor. Y destaca que se trata de un "trabajo en equipo" en el que intervienen varios actores.