La presentación del cartel de la Fira Modernista 2019 dedicada al cine, que se celebrará del 10 al 12 de mayo, tuvo lugar ayer y fue un tanto especial. Contó con un grupo de personas ataviadas de la época, de la entidad Color i Llum, y se situó en la Sala Muncunill, el espacio del antiguo Vapor Amat -conocido también como Ca l’Izard- en la plaza Didó y construido por el insigne Lluís Muncunill en 1921.
Todo hacía pensar que la ilustración gráfica podía tener algún motivo relacionado con esta antigua fábrica de tintes modernista. Pero no fue así. El cartel para las nuevas fiestas de regreso al pasado se inspira en un rodaje de una película en la glorieta de los jardines del Parc de Sant Jordi. En la escena hay dos protagonistas, una mujer y un hombre, en actitud afectuosa. Y, al fondo, se observa el perfil de la puerta principal de la Masia Freixa.
El teniente de alcalde de Cultura, Innovación y Proyección de la Ciudad, Amadeu Aguado, junto a la comitiva y representantes de la comisión de la feria, descubrió la imagen, dio los detalles y explicó la relación del cartel de la fiesta con la Sala Muncunill. Y es que este espacio, de cubierta sinuosa como el Vapor Aymerich, Amat i Jover (guardaban relación en la propiedad de titulares), acogerá una exposición dedicada al cine, que llevará por título “Modernisme: el naixement del cinema”.
Aguado adelantó que la muestra estará organizada y promovida por la Fundació Josep Maria Queraltó, que atesora una de las colecciones privadas en cine y audiovisuales más importantes de Europa. “Será espectacular -avanzó- porque presentará piezas únicas”. Queraltó se ha especializado en material histórico del séptimo arte. Su colección reúne unas veinte mil piezas, entre las que destaca el primer modelo de cinematógrafo, creado por los hermanos Lumière en 1895 en pleno auge modernista.
Terrassa, pionera
En esta edición, pues, el cartel de la Fira Modernista, idea y realización del Ayuntamiento, se centra más en las personas y las cámaras que en un edificio o en un motivo artístico decorativo del momento. Aguado recordó que Terrassa fue una de las ciudades pioneras en exhibir y producir contenidos del séptimo arte. Rememoró que las primeras iniciativas surgieron en 1896 cuando en la actual Plaça Vella (antes Plaça Major), en la esquina con la calle de Jaume Canterer, se colgó una tela para proyectar pàisajes y actividades ciudadanas. Recordó que dos años más tarde, hacia 1898, se crearon las “barraques” en el Passeig donde también se proyectaban imágenes e, incluso, se acompañaban de música, lo que aconseguía ser una gran atracción para curiosos y aficionados. Y después llegó el Teatro del Retiro, que con el tiempo se convertiría en una gran sala de proyección de cine con una capacidad que casi llegaría a las dos mil personas. Y un dato más sobre esta actividad en la ciudad y es que hubo industriales terrassenses que patentaron un artilugio de ilusión óptica.
La Fira Modernista es muy popular y participativa, y sobre todo se debe a la implicación de entidades que colaboran para vestir la Terrassa del pasado. Representantes de entidades, asociaciones y gremios estaban en el acto para dar testimonio de su cooperación. Elpresidente de asociación Terrassa Centre, Xavi Linares, subrayó que “es una fiesta que me gusta mucho, es fantástica, por lo que intentamos contribuir desde el sector para dar ambiente”.
Dinamismo
Linares explicó que “siguen trabajando y ya ultimando la decoración de escaparates y de calles para que la feria tenga un toque dinámico, divertido”. Y, como punto final, la foto de familia con los representantes de todos los sectores y también del presidente y de la directora de la Fundació Aula de Cine Josep Maria Queraltó. La Fira Modernista ya tiene cartel anunciador. Empieza la cuenta atrás para revivir la Terrassa de más de un siglo.