Terrassa

“Si me dan a elegir, prefiero irme de este mundo con una sonrisa”

La veterana y apreciada actriz Mont Plans vuelve a Terrassa para presentar una reflexión sobre la muerte desde la vida. En "Sembla que rigui", obra escrita junto a Òscar Constantí, interpreta a una persona que traspasa y que lo hace con serenidad y con una sonrisa.

¿Qué cuenta "Sembla que rigui"?
Es un monólogo coescrito, dirigido e interpretado por mi que habla de la muerte y de la vida. El título parece algo tramposo. Hace referencia a una persona que se va de este mundo y que lo hace en paz consigo misma, feliz, con una sonrisa. Todos sabemos que a la mayoría de las personas, que han fallecido, las maquillan. Pero, en este caso, hace alusión a un estado interior.

¿Por qué quería abordar este tema?
Conozco a muchas personas mayores y hablamos mucho sobre la vejez y la muerte. Y algunas de ellas, en algún momento, me han confesado ese deseo de abandonar, de irse, porque consideran que ya han vivido suficiente.

El tema de la muerte es delicado
Si, lo es. Pero hablar de la muerte es hablar también de la vida. Y vida es amor. Un amor a los padres, a los hijos, a los amigos, a las parejas….Un amor que se expresa diferente en función de la edad y de las circunstancias de cada uno y una.

¿De dónde surgió la idea?
Hacía tiempo que quería escribir sobre ello, desde el punto de vista de una persona mayor que ya ha traspasado o está a punto de hacerlo. Yo tengo experiencias vividas que me podían ayudar. Me gustan las personas de edad y con algunas he hecho una gran amistad, duradera y profunda. Así que me puse en contacto con Òscar Constantí, que trabaja con enfermos mentales, y decidimos abordarlo juntos. Y fuimos cosiendo el vestido que, cabe decir, me va a medida. Estoy encantada con esta obra y con la interpretación. Me enfundo en una persona que se ha ido o que está a punto de irse de este mundo pero no con pena.

¿Le ha servido para hacer terapia?
Todo lo que aprendes y conoces te sirve para desprenderte de temores o afrontarlos mejor. Para mi, los cementerios son espacios que me dan mucha paz; son bellos, algunos más que parques públicos. Es duro cuando una persona piensa y dice que no entiende nada de lo que pasa a su alrededor; que todo le resulta extraño, que nadie cuenta contigo. Hay gente que no tiene a nadie. No sé si es triste. Lo único que sé es que estas situaciones se dan y que hay personas que desean irse. Por ese motivo hay que aprovechar al máximo cuando estamos vivos. De hecho, esta obra habla de la muerte pero desde la vida.

Es una historia que interpreta en solitario. ¿Se siente a gusto?
Mucho. Afortunadamente, hace tiempo que perdí el miedo a estar sola en el escenario. Hace años hice el monólogo "Chaise longue", que también era escrito por mi, y también he interpretado recitales de poesía. Es cierto que tienes más responsabilidad o, mejor dicho, que esta sólo recae en ti.

¿Está cómoda en el drama?
Es cierto que cuando piensan en mí siempre lo hacen para un personaje cómico. Yo digo que me pagan para hacer reír y que yo pago (mis producciones) para hacer llorar. Pero, en todo caso, a mi me gustan todos los registros. De aquí a pocos días empiezo los ensayos de una obra de Calderón de Barca, un clásico y en castellano. Es "El gran mercado del mundo", con dirección de Xavier Albertí y producida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Teatre Nacional de Catalunya. Me hace mucha ilusión porque será un gran espectáculo dramático (el estreno es el día 15 de mayo en el TNC) y muy diferente a lo que estoy haciendo ahora.

Cuenta con mucha experiencia como actriz. ¿Puede elegir la obra?
Me considero una actriz con suerte e, incluso, en la madurez. No suelo lamentarme. Si no me vienen a buscar, me espabilo sola. No puedo quejarme porque he hecho de joven, de madre y de abuela.

Usted empezó en La Cubana y Dagoll Dagom. ¿Fueron su escuela?

Ya lo creo. Empecé en La Cubana pero tarde. Recuerdo que esta compañía era un referente y me preguntaba si algún día podría trabajar con ellos. Tuve un golpe de suerte. Cuando les conocí estaba en el paro. Pero no en el paro teatral. Yo había hecho de todo: secretaria, traductora, fotógrafa, había estudiado música… Entré en La Cubana y pensé que estaría dos días y se alargó hasta diez años. Aprendí de todo. No sólo como actriz sino también vestuario, peluquería, escenografía… La Cubana era una gran escuela porque hacías de todo y en todos los espacios, en la calle y cerrados. Y después llegó Dagoll Dagom donde además canté. Fueron dos etapas que marcaron pero después se abrió otra, más libre, en la que he tenido posibilidad de conocer muchos directores y autores. Ya he cumplido treinta años sobre el escenario y lo celebraré con un Calderón de la Barca. Lo dicho, no me puedo lamentar.

¿Se ha planteado la dirección?
No, solo como ayudante si me lo piden. Salir al escenario es lo que me da vida.

LA CITA

Obra: "Sembla que rigui", de Mont Plans y Òscar Constantí

Intérprete: Mont Plans

Fecha y lugar: Domingo, 18 horas, en el Teatre Alegria

To Top