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Espasa aboga por revisar los beneficios fiscales para aumentar la recaudación

Marta Espasa, secretaria de Hisenda de la Generalitat, explicó ayer en Cecot que hay margen para aumentar la presión fiscal en Catalunya, sin embargo, más que "elevar los tipos impositivos, que seguramente es lo más fácil de entender, hay que revisar los beneficios fiscales y luchar contra el fraude". Si en Catalunya, a través de los impuestos, se recaudan anualmente 22 mil millones de euros, las arcas dejan de ingresar otros diez mil millones debido a los beneficios fiscales (tipos reducidos de IVA, exención, deducción, bonificación o reducción de tributos). Por ello, es necesario "analizar el beneficio fiscal; comprobar si todos son eficaces y si consiguen sus objetivos. Igual algunos de ellos se debería acotar en el tiempo", y en ello apuesta por una "importante revisión de la normativa tanto autonómica como estatal". Y especialmente esta última porque el 90% de esos beneficios vienen de la normativa estatal, especialmente a través del IVA (en Catalunya en primer lugar aparece el impuesto sobre el Patrimonio). Sólo en la declaración de la Renta, sin el beneficio fiscal, se recaudaría un 34% más, puso como ejemplo. Sin embargo, en este caso, puntualizó se iría "en contra del impacto redistributivo", aunque en general, añadió, "la capacidad distributiva del sistema fiscal es pequeña, sólo de un 2,8%". Otro factor para mejorar los ingresos públicos es la lucha contra el fraude. Según Espasa, en el periodo 2015-2016 se hicieron aflorar en Catalunya 557 millones de euros, y "tenemos que continuar este camino".

Marta Espasa participó ayer, conjuntamente con Josep M. Duran, profesor de Economía de UB, en una sesión organizada por el Club Cecot Financer& Fiscal titulada "Pressió o equitat Fiscal?. En el foro se abordó la correlación entre presión fiscal, equidad y prosperidad. Espasa explicó que en la España la presión fiscal es "bastante baja" con respecto a media de la UE, y de hecho, sólo tiene por detrás a países del Este e Irlanda. En España, es de un 22,5%; en Francia, que ocupa el primer lugar, del 48,4%. Por debajo de la media europea se encuentran impuestos sobre el consumo, especialmente el IVA, las cuotas que pagan los trabajadores a la Seguridad Social, y también los impuestos sobre el capital. A nivel interno, Catalunya es la tercera comunidad española con mayor presión fiscal en general. En este contexto, el gran problema, señaló Espasa, es que Catalunya posee un "modelo de financiación muy injusto". Es la tercera con mayor capacidad fiscal pero cae hasta la décima posición en ingresos cuando han hecho su función los fondos solidarios y de distribución. "Sufrimos una redistribución muy fuerte hacia el resto de comunidades", señaló Marta Espasa.

Poco margen de maniobra
Espasa se preguntó si conviene implantar un mayor esfuerzo fiscal para compensar este sistema de financiación. Al respecto, aseguró que la capacidad de maniobra de la Generalitat es reducida por la escasa capacidad normativa que posee (sólo regula el 10% del IRFP, por ejemplo), por la competencial fiscal de otras comunidades (hasta ocho autonomías han apostado por rebajarla para atraer inversiones) y por la deslealtad institucional del Gobierno Central, que ha paralizado o dejado sin contenido algunos tributos autonómicos. "Es cierto, dijo, que si aumenta la presión fiscal en Catalunya (IRFP, Patrimonio y Sociedades) influye en que personas con mayor nivel adquisitivo se desplacen, sobre todo a Madrid". Sin embargo, puntualizó que con una subida en el IRPF, el aumento de la recaudación es mayor a lo que dejan de ingresar los que se marchan. Y se debe tener cuenta".

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