El número de parados mayores de 55 años en Terrassa sigue bajando aunque aún está lejos del volumen previo a la crisis. Según fuentes de la Generalitat, un total de 3.832 personas, de entre 55 y 64 años, estaban sin trabajo en Terrassa al finalizar 2018. Respecto a 2017 son 251 personas menos sin empleo en esta franja de edad (4.133 el año pasado) y una caída relativa del 7,2%. Se trata de un descenso que se sitúa algo por encima a la caída general del desempleo en la ciudad en 2017, que se fijó en el 6,9% (13.978 personas sin empleo).
Sin embargo, y a pesar del decremento registrado durante la salida de la crisis, la cifra de desempleados “mayores” ha crecido un 44% en la última década. Así, al finalizar 2018 había 1.167 parados más de este segmento de edad que en diciembre de 2008 (2.655 sobre un total de 15.185 ese año, es decir, el 17,4%). Desde aquel ejercicio, la crisis hizo que el paro entre el colectivo creciera con fuerza. Al concluir 2013, momento álgido de la desaceleración, se contabilizaban 4.489 desempleados en esta franja de edad. Es decir, 657 más que ahora. El colectivo de parados de más edad supone, actualmente, el 27,4%% del total de desempleados registrados en Terrassa (un total de 13.978). Son diez puntos porcentuales más que hace una década.
Los desempleados más veteranos se reparten, prácticamente al 50%, entre los que tienen entre 55 y 59 años (1.952) y entre los que poseen entre 60 y 64 años (1.880). Por tanto, sólo existe una diferencia de 72 parados más en el primer grupo. Del conjunto, el 54,4% lleva más de dos años sin trabajo. El 9,3% (359 personas) son extranjeros. Al acabar 2017, los parados mayores de 55 años suponían el 25,8% (un total de 4.133) y de ellos 2.339 llevaban más de dos años en paro (el 56,5%). Si se baja al detalle y se analiza por segmentos de edad, entre los parados de entre 55 y 59 años, el paro descendió en 318 personas en 2018 (1.958 frente a 2.270 al finalizar 2017), lo que es un descenso relativo del 14%. Sin embargo, la cifra crece, aunque de manera de manera testimonial, entre aquellos que tienen entre 60 y 64 años. Al finalizar 2018, había inscritos 1.880 desempleados en este segmento, 17 más que un año atrás. A mejorar esta situación no ayuda el hecho de que más de la mitad de los encargados de reclutar personal admiten que desestiman automáticamente los currículos de estos trabajadores, y ello a pesar de que el 68,6% de los desempleados mayores de 55 años lleva más de un año buscando empleo, según un estudio elaborado por la Fundación Adecco.
Los factores principales
Este repunte de los parados de mayor edad en el último decenio se debe a factores como el envejecimiento poblacional, el aumento progresivo de su tasa de actividad y el desempleo de larga duración, “que tiende a cebarse con los mayores”. Otra circunstancia que explica el aumento del paro entre el colectivo de personas de mayor edad es la tasa de actividad. En 2008 la tasa de actividad de los profesionales de entre 55 y 60 años era del 61,9%, mientras que diez años después se ha incrementado hasta el 73,8% en el conjunto del Estado Español. Según la Fundación Adecco, la crisis económica modificó el comportamiento de los ‘séniors’ en el mercado.
“Si hasta el momento gran parte habían permanecido inactivos o se retiraban del mercado laboral cuando perdían su empleo, actualmente y desde hace año años la tendencia es a la participación, fundamentalmente para contrarrestar los efectos de economías domésticas resentidas por la crisis y sus efectos”, explica la Fundació Adecco en el citado informe.