De buena mañana ya había operarios contratados por el Ayuntamiento cortando ramas de árboles y se escuchaba el ulular de sirenas. El vendaval de ayer provocó, sobre todo durante la mañana, decenas de intervenciones de los servicios de emergencias tras una sucesión de avisos que se inició a las seis y que, al menos en el caso de los bomberos, recogió una veintena de alertas hasta el mediodía.
Protecció Civil de la Generalitat había activado en alerta el plan VENTCAT habida cuenta de las previsiones del Servei Meteorològic de Catalunya, que pronosticaba fuertes ventadas en cualquier punto de Catalunya, con rachas que podían alcanzar los noventa kilómetros por hora. El Vallès Occidental, como ha ocurrido en otros episodios de fuerte viento en los últimos años, fue la comarca con más incidencias en la franja horaria comprendida entre las ocho y las diez de la mañana.
A las 6.10 los bomberos supieron de la primera comunicación de un incidente relacionado con el viento: se balanceaban dos persianas en la calle del Doctor Cistaré. Veinte minutos después llegó un aviso desde la calle de Bellavista, por el peligro de desprendimientos de unas tejas. Las alertas no hicieron sino sucederse a partir de entonces, cada cinco minutos: quemaban unos cables en la calle de Lepant y habían caído macetas en la del Infant Martí. A las 7.50 corría riesgo de desplomarse una placa de fibrocemento y en la avenida del Vallès se detectaron unas persianas desencajadas en una fábrica.
Sin pausa
En la calle del Estatut, en Can Roca, los bomberos debieron asegurar una cerca metálica y se vio hacer lo mismo a un operario en la Rambla de Sant Nebridi.
Apenas hubo pausas para los servicios de emergencias en la primera parte del día. Bombers recibió dos alertas consecutivas a las nueve de la mañana: se desprendía una chimenea en la calle del Doctor Calsina y unas jardineras se habían desplomado sobre un tejado en la calle de Sant Marian. En la de Arquímedes estaba próximo a caer un cartel y en la calle del Claustre, un poste de la luz. Y en la de Isidre Nonell, unas persianas. Los bomberos supieron de una fachada a sanear en la calle de Balmes y que el viento había hecho volar una carpa junto a la calle de los Voluntaris. En la calle de Galileu se desprendieron ladrillos y en la de Sant Cristòfol, unas tejas. Hasta el mediodía hubo intervenciones también por una valla en la calle del Dibuixant Avellaneda y por un palo de la luz en la del Xot.