Las quejas internas por la falta de efectivos de la Policía Municipal se recrudecen. Latentes desde hace años, una denuncia pública del Sindicat de Policies Locals-Cos Mossos d’Esquadra (SPL-CME) ha puesto de nuevo en el foco esas carencias con una lista comparativa entre ciudades españolas: Terrassa es la peor dotada en la proporción de agentes municipales por habitantes en la relación de veinticinco localidades más pobladas de España, según la relación elaborada por ese sindicato. En Terrassa la proporcióne s de 1,04 guardias por mil habitantes. La ratio de Badalona es de 1,30. La de Palma de Mallorca, de 2,15 agentes.
"Tenemos otro récord en Terrassa. De las veinticinco ciudades más grandes de España, Terrassa es, con diferencia, la peor en ratio de agentes por habitante", apuntaba el sindicato en un mensaje reciente en una red social junto a la tabla clasificatoria. Por delante de nuestra ciudad figuran las dos catalanas más pobladas, Barcelona y l’Hospitalet de Llobregat (Terrassa es la tercera ciudad de Catalunya en número de habitantes), pero también Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Las Palmas, Bilbao, Alicante y Córdoba. Y Valladolid y Vigo. También Gijón, A Coruña, Vitoria, Granada, Elche, Oviedo, Cartagena y Jerez de la Frontera. Ahí están todas, las veinticinco. Y Terrassa, con más de 217.000 habitantes y una plantilla de 227 policías, la última.
El sindicato, que asegura haber empezado el 2018 con cuatro afiliados y haberlo acabado con noventa, avisa: "El día que los agentes se cansen de la situación, de permisos denegados por falta de personal, de trabajar mal y rápido, cuando ese día llegue y se nieguen a hacer horas (extras), Terrassa tendrá un problema muy grave".
La organización denunciante cifra en 130 los agentes que hacen falta a la plantilla de la Policía Municipal y recalca la comparación con Badalona, la "rival" con Terrassa desde hace años en la pugna por ser la tercera ciudad de Catalunya en población. Badalona, con 216.000 habitantes y veintiún kilómetros cuadrados de superficie, cuenta con una plantilla de policía local de 280 efectivos. Nuestra ciudad tiene más de 217.000 almas y setenta kilómetros cuadrados.
La situación viene de lejos. Y Manuel Giménez Guardia, teniente de alcalde responsable del departamento, asume las carencias de personal. "¿Faltan agentes en la Policía Municipa? Por supuesto, no podemos esconder esa realidad. Tenemos la necesidad de contar con más agentes, pero no los podemos contratar. Qué más quisiéramos", aduce el concejal del PSC. El Ayuntamiento, añade Giménez, no ha podido convocar las plazas de agente necesarias por razones presupuestarias relacionadas, sobre todo, por el techo de gasto impuesto desde el Estado. Para este año el Consistorio prevé una convocatoria de plazas.
Eso será el año que viene. De momento, hay lo que hay, y Manuel Giménez pide que las dimensiones de la plantilla local se midan teniendo en cuenta el contexto de una ciudad, Terrassa, considerada segura y con un índice delictivo por debajo de la media catalana. "Es evidente que queremos tener más policías, pero no olvidemos ese contexto. Terrassa no es una de las ciudades con más complejidad en asuntos de seguridad ciudadana. Badalona, por ejemplo, tiene una ratio algo mayor que la nuestra, pero su índice de conflictividad es mucho mayor. No nos podemos conformar con ello, pero la situación es la que es", declara el edil.
Ni la ley de gasto ni los presupuestos permiten afrontar los aumentos de plantilla deseables, destaca Giménez, mientras el SPL-CME critica que el gobierno municipal mire hacia Madrid a la hora de autoexculparse, "como si en el 2005 hubiéramos tenido 350 agentes". Si Terrassa es la ciudad peor protegida es sólo culpa de los gobiernos locales del PSC que se han sucedido, afirma el sindicato.
La polémica tiene visos de continuar y agravarse en los próximos meses, más habida cuenta de las jubilaciones que se presentarán en breve. Para paliar esas retiradas, el Ayuntamiento hará lo posible para convocar las referidas plazas. En lo que sí puede invertir el Consistorio es en material, y lo destaca el concejal Giménez: "Donde podemos invertir, invertimos. En vestuario, en comunicaciones… en renovación de material".
El Ayuntamiento tiene en mente hacer obras en la entrada a la Jefatura, en la avenida de Les Glòries Catalanes, para adecuarla y reforzar su seguridad. Lo del edificio de la Jefatura es otro quebradero de cabeza para la plantilla. Y para responsables municipales. No fue concebido como comisaría, sino como funeraria, y se nota. Y sufre deficiencias palmarias que el Ayuntamiento admite. Lo hizo en octubre, cuando después de unos aguaceros el SPL denunció desplomes de techos e inundaciones.
Filtraciones
El 14 de octubre, un foco cayó del techo del comedor. En días de lluvia abundante, las luces chisporroteaban por la acción del agua, que anegaba dependencias. El sindicato se quejó de la presencia de ratas en la planta inferior, donde estan los vestuarios y el comedor. El gobierno municipal reconoció el problema, pero lo calificó de eventual y lo achacó a periodos intensos de lluvia. Y asegura que las filtraciones han sido subsanadas. Pero a nadie se le escapa, y responsables policiales lo admiten, que las instalaciones de la Jefatura necesitan, cuando menos, una renovación profunda. Ya hay presupuesto proyectado para la reforma de la entrada.
"En medios materiales hemos invertido cuando hemos podido", señala el edil. En este mandato, el Ayuntamiento ha adquirido chalecos antibalas y alcoholímetros y ha cambiado los uniformes, con el empeño de los sindicatos con representación institucional, subraya Giménez. El gobierno municipal prevé continuar este año con la renovación de la flota de vehículos policiales y pretende desplegar medios electrónicos, como cámaras de vigilancia. Y optimizar la plantilla disponible, restando personal a tareas administrativas para destinarlo a patrullar las calles.
