Fue algo de récord. Suerte que el conductor no iba al volante, con el vehículo en marcha, cuando unos agentes de la Policía Municipal lo despertaron el miércoles para que soplase. Sí, estaba dormido en el asiento del piloto, pero la furgoneta la tenía aparcada encima de la acera en la carretera de Montcada. Dio positivo, con una tasa de órdago: 1,56 miligramos, más de seis veces el nivel máximo permitido.
La mayor parte de las actuaciones policiales en estos casos de embriaguez al volante se dan en la franja horaria nocturna. Esta vez no. Esta vez ocurrió por la mañana. A las once. El sistema 112 contactó con la Policía Municipal porque alguien había comunicado la presencia de un automóvil mal estacionado, encima de la acera. El conductor estaba durmiendo, según la comunicación facilitada a la sala del 092. Una unidad del cuerpo local se presentó en el lugar indicado: la carretera de Montcada, junto a la rotonda próxima a Montserrat.
Y sin seguro
Todo era tal cual se había apuntado en el aviso: la furgoneta estaba donde estaba y el conductor, sentado en su asiento. Iba muy borracho. Tanto, que la prueba de alcoholemia que los agentes le instaron a efectuar una vez despierto, arrojó un resultado pocas veces visto: 1,56 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
O sea, una tasa que multiplicó por seis la máxima permitida. Había más: los policías supieron, luego de consultar datos con la Dirección General de Tráfico (DGT), que el vehículo carecía de seguro.
Los guardias cursaron denuncias y llamaron a Egarvia para que una grúa se llevase la furgoneta a su base. Y una ambulancia trasladó al conductor a MútuaTerrassa. Su estado etílico así lo aconsejaba.