Los matadeperenses tienen motivos más que suficientes para estar crispados y alarmados por los robos con fuerza en viviendas, un fenómeno que se ha convertido en una auténtica lacra en la localidad, especialmente en el último tramo de 2018, en que hubo un repunte importante. Según datos de la Policía Local, a lo largo del año pasado se consumaron 105 robos en casas en Matadepera, sin contabilizar, por supuesto, las tentativas, que también fueron numerosas. Esa cifra supone una media de un asalto casi cada tres días o, lo que es lo mismo, prácticamente dos robos en domicilios a la semana durante 2018.
De esos 105 robos, más de la mitad se produjeron entre septiembre y diciembre. En concreto, el 53% del total (casi 56 en cifras absolutas). Eso arroja una media de más de un asalto cada dos días o más de cuatro a la semana en el último trimestre del año.
"Poca credibilidad"
Ante este repunte, la Policía Local efectuó el pasado diciembre, junto con los Mossos, un total de 35 controles estáticos de entradas y salidas de vehículos del municipio, con 1.050 revisados. Ese mes, además, se logró frustrar cuatro tentativas de robo y se practicaron dos detenciones, aunque no se consiguió frenar la sangría de asaltos a casas que sufre el municipio, especialmente desde el pasado septiembre.
De las actuaciones de la Policía Municipal en 2018 también se desprende que atendió 378 llamadas telefónicas efectuadas desde Matadepera, las cuales permitieron realizar 153 identificaciones de personas y 80 de vehículos, ocho de ellos con antecedentes.
Para el vecindario, sin embargo, los esfuerzos llevados a cabo por la Policía Local y los Mossos d’Esquadra para atajar el problema son del todo insuficientes. Al menos, así quedó reflejado en una reunión el martes convocada por la Federació d’Associacions de Veïns de Matadepera (Fedam) y a la que asistieron unos 20 dirigentes vecinales en representación de todas las urbanizaciones de la localidad. Por parte del Ayuntamiento estuvieron los concejales Nil López (Urbanismo y Obras) y Pol Roura (Vivienda y Servicios). La concejal de Gobernación, Montse Royes, máxima responsable de la gestión de la seguridad en el municipio, no acudió, hecho que fue recriminado por los asistentes, informaron fuentes presentes en la reunión.
El encuentro, celebrado en la sede de la AVV del Pla de Sant Llorenç, sirvió para poner de relieve "la poca credibilidad de la eficacia de la Policía Municipal", según las fuentes, que resaltaron que las urbanizaciones más castigadas son Cavall Bernat y las que se encuentran cerca del Torrent de la Betzuca (los ladrones roban en casas cercanas a zonas boscosas para facilitar su huida). Además, vecinos de estos sectores explicaron que presentaron instancias a nivel personal "con poca respuesta por parte del Ayuntamiento", por lo que mostraron su indignación, según trascendió del encuentro.
Vigilancia privada
También salió a relucir que los vecinos de Cavall Bernat y Pla de Sant Llorenç están buscando vigilancia privada para sus urbanizaciones y que otros sectores como Can Candi, Sant Llorenç y Verge de Montserrat quizás sigan el mismo camino.
Los concejales Nil López y Pol Roura explicaron, siempre según la versión de los vecinos, que el Ayuntamiento está redactando un plan de seguridad. El anuncio encendió el ánimo de los asistentes, primero porque les sorprendió que a estas alturas aún no exista ese plan y segundo porque no hay una fecha fijada para su puesta en marcha.
Mientras se producía la reunión se registraron tres robos en viviendas: en Cavall Bernat, Can Solà del Racó y Pla de Sant Llorenç. En esta última urbanización los ladrones utilizaron una radial para abrir la caja fuerte, según los vecinos.
Prueba de la alarma que está generando la situación es que hoy mismo se ha convocado un nuevo encuentro vecinal, esta vez a cargo de la AVV del Pla de Sant Llorenç, a partir de las ocho de la tarde en el Casal de Cultura.