Los ayuntamientos de Sant Cugat y Cerdanyola llevaron a cabo ayer al mediodía de manera coordinada cinco minutos de silencio y decretaron un día de luto por la muerte de los cuatro alpinistas, dos de ellos santcugatenses, un tercero de Cerdanyola y el cuarto, que era el guía de la expedición, peruano. En Sant Cugat, la concentración reunió a un centenar de personas para expresar su pésame y solidarizarse con las familias de las víctimas. La alcaldesa, Carmela Fortuny, declaró a los medios de comunicación que “es un día muy triste para las ciudades de Sant Cugat y Cerdanyola, y de manera coordinada queremos mostrar nuestro pésame y nuestra tristeza”. La primera edil remarcó que “ahora es el momento de acompañar a las familias y de respetar estos momentos íntimos que requieren” y añadió que desde los dos ayuntamientos se les está ofreciendo acompañamiento.