Aquella forma de circular escamó a unos mossos d’esquadra y a la postre llevó a ambos, conductor y ocupante del vehículo, a los calabozos, primero, y luego al juzgado. Y los llevará al banquillo. No fue la forma de circular, en realidad, lo que dio pie al procedimiento penal. Lo que pasó fue que los mossos registraron aquel coche y encontraron en el motor drogas sintéticas. Y a uno de los imputados le incautaron más sustancias que llevaba encima. Los agentes confiscaron aquella madrugada del 2016 pastillas de éxtasis y anfetaminas y la fiscal pide para un acusado cinco años de prisión y para el otro, cuatro años y seis meses.
Eran las cinco de la madrugada del 23 de agosto. Una dotación de los Mossos d’Esquadra patrullaba por la carretera de Olesa cuando, a la altura de Roc Blanc, los agentes vieron un coche y decidieron pararlo. Le dieron el alto "como consecuencia de su conducción", apunta la fiscal.
Los policías identificaron al conductor y al pasajero. Y cachearon a ambos y registraron el vehículo con detalle. En la escudriña abrieron el capó. Y allí, oculta junto a la batería, había una bolsa. Y en la bolsa había gran cantidad de sustancias.
Uno de los imputados, de nacionalidad española, el conductor del turismo, portaba encima una papelina de color verde y 225 euros, dinero que procedía del tráfico de drogas, según la fiscal.
Aquella madrugada terminó con los dos varones, uno español, el otro holandés, en el depósito de detenidos de la comisaría y con la aprehensión de éxtasis y anfetaminas. El escrito de la acusación indica que los mossos aprehendieron once comprimidos de color gris con forma poliédrica que llevaban la inscripción "Music On". Eran pastillas de MDMA, una masa neta de 3,55 gramos de lo que se conoce como éxtasis.
Un polvo cristalino
Uno de los envoltorios requisados contenía un polvo cristalino y marrón de la misma sustancia: diecisiete gramos más. Y otra papelina llevaba polvo blanco, 0,27 gramos de anfetamina. Había más: una papelina con 16,87 gramos de anfetamina y cafeína. Los mossos se incautaron también de una sustancia marrón compacta: eran 18,34 gramos de codeína y morfina, según la tesis de la fiscal. Toda la droga intervenida por la policía habría alcanzado un valor de 1.051 euros en el mercado ilícito.
La Audiencia Provincial, en su sección séptima, tiene previsto celebrar el juicio hoy. El Ministerio Público afirma que el acusado de nacionalidad española sufre un trastorno bipolar tipo 1 y cuando ocurrieron los hechos tenía mermada "levemente" su voluntad debido al consumo de sustancias tóxicas.
Ese mismo procesado era reincidente, pues una sentencia dictada en marzo del 2015 por la Audiencia Provincial le impuso una pena de un año y seis meses de prisión por el mismo delito, por tráfico de drogas. Por esa razón, por la circunstancia agravante de reincidencia, reclama para él una pena de cinco años de prisión. El castigo que solicita para el segundo acusado es de cuatro años y seis meses. Y para ambos, la misma multa: 3.000 euros, calculada en base a la sustancia decomisada y a su valor en el mercado.
La representante del Ministerio Público ha solicitado la comparecencia, en calidad de testigos, de los mossos que aquella madrugada registraron el automóvil en la carretera de Olesa e identificaron y detuvieron a los encausados. También incluye en su propuesta la presencia de otros mossos, los que dictaminaron el contenido de los efectos incautados, para evaluar el informe pericial de las sustancias.
De lo que sí quedará seguramente exculpado uno de los acusados, el conductor del turismo, es de un supuesto delito de conducción bajo los efectos de las drogas. Está probado, según la fiscal, que el día de autos tenía en su organismo restos de estupefacientes, pero no se conoce cómo influyó el consumo de drogas en la conducción. No existe un acta con los síntomas ni el atestado policial hablaba de que la circulación resultase alterada por dicho consumo.