Un escape de gas de una caldera provocó intoxicaciones a tres personas, una de ellas una niña, el lunes en una vivienda del barrio de Ca n’Anglada. Las tres víctimas fueron atendidas en centros sanitarios.
La alerta a los servicios de emergencias se extendió a las 6.15 de la tarde. Una unidad del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) acudió a un domicilio de la calle de Sant Crispí porque una fuga de gas había causado una intoxicación a una menor. El 061 comunicó a la Policía Municipal que los sanitarios estaban asistiendo a la víctima. Los bomberos habían recibido también una comunicación porque el olor a gas era intenso, inequívoco. Los agentes de policía que se presentaron poco después en el edificio lo comprobaron. Y decidieron desalojar al vecindario a modo de prevención. Una dotación de Bombers de la Generalitat llevó a cabo las mediciones y constató el origen del escape. Estaba en una caldera.
Los equipos sanitarios del SEM asistieron a las víctimas en tres ambulancias. Porque no sólo había una víctima, sino tres: la menor y sus padres, todos ellos moradores de la vivienda en la que se había producido la fuga. Todos presentaban síntomas de intoxicación por haber respirado monóxido de carbono. Y todos fueron evacuados a hospitales después de la atención de urgencia efectuada en la calle de Sant Crispí. Las ambulancias trasladaron al padre y la madre al hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí, centro sanitario que cuenta con una cámara hiperbárica para el tratamiento de este tipo de intoxicaciones. La menor fue trasladada al hospital Parc Taulí de Sabadell.
La instalación causante del escape quedó precintada cuando los bomberos comprobaron su mal funcionamiento. Según las primeras informaciones policiales, la mala combustión del aparato se debía a un deficitario mantenimiento. El suministro del fluido se cortó hasta que la caldera fuese reparada.