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Clientes de Banc Sabadell podrán pagar “por la cara”

Pagar "por la cara" no significa en este caso rehuir el pago. Sí, dejar de depender no sólo del dinero en efectivo o de dispositivos electrónicos. Banc Sabadell ha dado un nuevo paso en su apuesta de innovación tecnológica con un sistema de pago por reconocimiento facial. El procedimiento se encuentra en una fase de pruebas que se lleva a cabo, entre otros lugares, en la población de Sant Cugat del Vallès.

El objetivo del banco es "reducir el tiempo del proceso de pago y hacerlo sin depender de ningún dispositivo". Alfonso Ayuso, director de Innovación Tecnológica, subraya la esencia del proyecto: "No hacen falta tarjetas ni teléfonomóvil, cosa que un cliente acostumbrado a sistemas de pago cada vez más intuitivos y naturales agradece". Y lo agradece, sobre todo, "porque eso supone una reducción del tiempo en el proceso de pago y, por tanto, de las colas en los comercios".

El usuario no necesita descargarse ninguna aplicación para utilizar este procedimiento novedoso. Sólo deberá realizar un proceso de "enrolment" (inscripción, matriculación) a través de un ordenador o un móvil con cámara frontal. En ese proceso de inscripción deberá aceptar las condiciones e introducir sus datos. En el registro, mediante la grabación de imágenes, se configurará un patrón biométrico de su rostro que evolucionará con el tiempo y distinguirá alteraciones de fisonomía, tanto las relativas al uso de maquillaje o el afeitado como a la colocación de gafas.

Canal de comunicación
El sistema en pruebas no está concebido sólo para facilitar la vida a los clientes particulares de Banc Sabadell. También será beneficioso para los comercios, que podrán obtener datos interesantes sobre los hábitos y los comportamientos de compra de la clientela. El banco destaca que el proyecto "abre un potencial canal de comunicación directa con el cliente". Los comercios pueden ofrecer información específica "siempre que se cuente con el consentimiento previo del cliente", matiza la entidad.

La prueba piloto se inició el 11 de diciembre en las cafeterías de los centros corporativos de Banc Sabadell en Sant Cugat del Vallès, Madrid y Alicante. Participan más de doscientas personas. Acabará en unas semanas, en enero.

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