La iniciativa municipal de convertir la masía de Can Casanovas en un espacio agro-turístico sigue adelante con el rechazo en bloque de toda la oposición municipal. El gobierno llevó el jueves al pleno el decreto de alcaldía para la solicitud de ayuda a los fondos Feder, pero los concejales no pudieron votar tras un último informe de secretaría que descarta el trámite del pleno y deja la decisión en manos de la primera autoridad municipal. A pesar de ello, se acordó debatir el tema y el resultado fue un alud de críticas al gobierno por un proyecto "precipitado", fruto de la "descoordinació entre las áreas municipales" y caro, dijeron. Costará 2 millones, 800 mil de los cuales los financiaría Europa.
"Al Ayuntamiento aportaría 1,2 millones de euros, entre el 5 y el 7% del total de las inversiones municipales", denunció Marc Medina, de la CUP. ERC calculó que el proyecto generará un déficit acumulado de 1,2 millones en los primeros diez años y TeC tachó la iniciativa de "despropósito".
El ejecutivo socialista defendió la oportunidad de acogerse a las ayudas europeas, anunció que solicitará apoyo a la Diputació y elogió la bondad del proyecto agro-turístico de Can Casanovas, que equiparó al del Parc Audiovisual de Catalunya y a la recuperación del Teatre Principal. "La política también es cuestión de valientes", dijo el alcalde Alfredo Vega, que ante el rechazo de todos los grupos municipales mencionó, hasta en tres ocasiones, que "las ayudas europeas se pueden rechazar".