Detrás de la organización del taller de flamenco de Vilardell se encuentra Eina Cooperativa, una entidad social sin ánimo de lucro que lleva años desarrollando programas de integración en el barrio. Pau Cónsola, técnico de proyectos comunitarios de la entidad, está especialmente satisfecho del taller. "La cultura es un elemento de cohesión e integración muy importante y la cultura flamenca forma parte de la identidad y las raíces de estos niños". Y sólo tiene palabras de elogio y reconocimiento hacia José de los Camarones, un cantaor que además preside la fundación Santuario de lo Hondo, a través de la cual pretende llevar el flamenco a los rincones más recónditos.
"Él no se limita a enseñar los cantes. Entiende que los niños son el centro de cualquier acción socioeducativa y los trata con el mayor de los respetos. En ese sentido es un transmisor de valores, un referente para ellos". El taller, que ha contado también con la colaboración de la peña Flamencología, es para Pau una especie de plan piloto. "Ojalá todo el mundo lo entienda así y pueda tener continuidad. Seria maravilloso".
