Yo vengo directamente a pagar porque cobro muy poco y no me interesa hacerlo por el banco". Juan Manuel Camacho no tenía ni idea ayer del cambio en la gestión del agua, pero la noticia le pareció, "bien, siempre que mejore el precio para las personas que no podemos". De todos modos, insiste, "es pronto para opinar. Habrá que esperar a ver qué pasa más adelante".
Laia Basco aprovechó la mañana del lunes para cambiar una domiciliación y nada más entrar a las oficinas de Taigua le informaron "de que la gestión ya es municipal, cosa que no sabía. Ahora lo importante es que el Ayuntamiento lo haga bien". Para Laia lo retos de la etapa municipal son "que no haya cambios aleatorios en el recibo" y que "se resuelvan las fugas de agua que hay por toda Terrassa. Mina no lo ha hecho, a pesar de que tienen estudios de vecinos y propietarios".
Como Juan Manuel y Laia, la mayoría de usuarios se toparon ayer sin esperarlo con las nuevas oficinas. Fue el caso de Manuel Aranda, que las abandonaba escandalizado. Acudió para hacer un cambio de titularidad por la muerte de su esposa y se encontró con la sorpresa de que debía pagar una factura de 115 euros. "Vendí un piso hace 18 años y los propietarios la dejaron pendiente. He pagado en la oficina de Mina y en la de Taigua he hecho el cambio de nombre. Ya veremos si recupero esos 115 euros". El trasiego de oficinas no le importó a Manuel -"es normal, acaban de empezar"- y tampoco le encontró pegas a la gestión pública. "A mí me han atendido estupendamente".