El sector empresarial de la demarcación de Terrassa experimentó una moderada desaceleración de la actividad en el tercer trimestre y cerró este periodo en niveles equivalentes a los alcanzados durante el año 2015. Sin embargo, los indicadores de las expectativas sobre la marcha de los negocios apuntan una recuperación de la actividad a corto plazo y muestran que en el cuarto trimestre el ritmo se puede mantener estable para el conjunto de actividades económicas. Asimismo, el índice de confianza empresarial se reforzó en el tercer trimestre por la evolución sostenible de las expectativas y el comportamiento estable del empleo.
La Cambra de Comerç de Terrassa ha hecho públicas las conclusiones del estudio de coyuntura económica, que elabora con la colaboración del Idescat, correspondiente al tercer trimestre de 2018 y las expectativas de los empresarios de la demarcación territorial de Terrassa para el cuarto trimestre del año.
Los resultados del estudio indican que la evolución de la actividad económica durante el tercer trimestre del 2018 ha mantenido la tendencia a una desaceleración en la valoración del ritmo de actividad para el conjunto de actividades económicas de la demarcación. Con un valor del saldo de la marcha de los negocios de 2,2 puntos, el indicador refleja una reducción de 7,4 puntos respecto al trimestre anterior y se sitúa, por debajo del nivel de actividad con que cerró el año 2017, y a cotas equivalentes a los experimentados en 2015.
Menos respuestas positivas
Los indicadores reflejan una bajada de 2,7 puntos porcentuales de las respuestas positivas y de 1,9 puntos las de estabilidad, al tiempo que se han incrementado 4,7 puntos las respuestas negativas respecto al trimestre anterior.
Una tendencia que se mantiene en consonancia con la evolución de la actividad económica en el conjunto de Catalunya que, de acuerdo con el último informe trimestral de coyuntura publicado por la Cambra de Comerç de Barcelona, señala que el PIB trimestral en Catalunya experimentó un crecimiento moderado de un 0,7% durante el tercer trimestre del año dejando la tasa anual de crecimiento del PIB en un 2,9%. La economía catalana mantiene su crecimiento por encima de las economías de la zona euro y de España a pesar de la suave desaceleración registrada durante el último trimestre como consecuencia, sobre todo, de un menor dinamismo del sector exterior y que podría verse agravado durante el próximo año por un posible aumento del precio del petróleo, el incremento de los tipos de interés en la zona euro y en la finalización de las políticas de compra de deuda por parte del BCE.
El informe evidencia también que en Catalunya la industria se sigue manteniendo como el motor económico de la economía, con una previsión de tasas de crecimientos superiores a los de la construcción y del comercio.
Asimismo, el informe constata el grado de influencia en las perspectivas económicas las tensiones comerciales a escala internacional y las tendencias proteccionistas de varios países, entre ellos Estados Unidos, así como la introducción de políticas arancelarias. También mide el impacto del aumento de los tipos de interés en el mercado norteamericano y la apreciación del dólar. Todo ello perfila un entorno económico con un ritmo de crecimiento inferior al del año anterior, también condicionado por una cierta ralentización de demanda.
interna. En este contexto, las previsiones de crecimiento para la zona euro para los años 2018 y 2019 se sitúan en torno al 2%, 0,4 puntos porcentuales por debajo del crecimiento registrado el 2017.
El indicador de las expectativas sobre la marcha de los negocios en la demarcación de Terrassa para el cuarto trimestre de 2018 ofrece un valor de 10,7 puntos de saldo que, experimentando una reducción de 0,1 puntos es casi idéntico al valor del trimestre anterior, y supera en 8,5 puntos al valor del indicador de la marcha de los negocios para el tercer trimestre del año.
Buenas expectativas
Los indicadores anuncian una recuperación de la actividad a corto plazo y las expectativas para el cuarto trimestre de 2018; muestran que el ritmo de actividad se puede mantener estable para el conjunto de actividades económicas de la demarcación. Sin embargo, la evolución experimentada obliga a observar y analizar la evolución futura para valorar si la economía de la demarcación se encuentra en el inicio de una desaceleración en la marcha de los negocios.
Durante el tercer trimestre de 2018 el valor medio del índice de confianza empresarial mejoró ligeramente y se situó en un valor de 5,2 puntos, experimentando un incremento de 0,6 puntos en relación con el valor presentado el segundo trimestre de al año. A pesar de la notable desaceleración experimentada en la marcha de los negocios durante el segundo trimestre del ejercicio, el resultado en el comportamiento del índice de confianza empresarial para el conjunto de los sectores económicos se explica por el mantenimiento de las expectativas y el comportamiento estable del empleo durante este periodo.