Día de altos vuelos ayer en el campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Terrassa. Los futuros ingenieros, en especial los de Aeroespacial, tuvieron la oportunidad de conocer que se mueve en el campo de la competición deportiva en aviones de la mano de Jeff Zaltam, director de la Air Race 1, equiparable a la gran Formula 1 de coches.
Zaltam vistió al estudiantado para animarle a participar en su nuevo proyecto, la Air Race E, una competición también de aviones pero eléctricos. Su presencia en Terrassa no fue por azar. Había sido invitado por Oriol Lizandra y Manel Soria, profesores de los estudios Aeroespaciales en la Escola Superior d’Enginyeries Industrial, Aeroespacial i Audiovisual (Eseiaat) y pioneros en impartir la asignatura de aviación eléctrica en el master.
Momentos antes de presentar su iniciativa en el auditorio del edificio de la Escola Industrial, el directivo, en rueda de prensa, explicó entusiasmado su nuevo proyecto de competición deportiva internacional. Dijo que se trata de implantar una carrera de avionetas eléctricas para 2020 y que para ello está presentando su iniciativa en todos los sectores implicados, desde los fabricantes y constructores, hasta los diseñadores y pilotos. Zaltam, que se confesó un apasionado de la aviación, consideró que esta competición será el principio de un momento histórico para la industria porque el futuro pasa por conseguir que los aviones puedan cambiar el combustible convencional por las baterías eléctricas. El directivo deportivo se apresuró a decir que lo que piensa no es un sueño aunque si estimó a largo plazo. "Un avión comercial con capacidad para 2.200 pasajeros será eléctrico pero se necesitarán unos veinte años. Falta tiempo porque la principal dificultad que hay es crear baterías con autonomía suficiente para los trayectos requeridos. Pero lo importante es que en este momento ya despega esta alternativa, que hay tecnología para organizar carreras de aviones eléctricos y que estas carreras serán una referencia para el futuro de la aviación".
El reto
La competición Air Race E se hará en algún aeropuerto preparado para este tipo de eventos. El de Lleida, ejemplarizó Zaltam, ha acogido ya carreras de Air Race 1, de los avionetas que funcionan con motor convencional. La idea del Air Race E es que sean avionetas de monoplaza, con un peso máximo de 250 kilos y que alcancen una velocidad de 450 kilómetros hora. Las unidades, tomando como referencia la Air Race 1, deberán competir en un circuito cerrado por seis pilonas a pocos metros del suelo y con pilotos profesionales. Aquí ya se ha pensado en la piloto catalana Mercè Martí.
La motivación del piloto por la nueva carrera aérea fue compartida por Oriol Lizandra y Manel Soria, los profesores de la Eseiaat que le acompañaban. Lizandra y Soria sostuvieron que no se trata de ciencia ficción. "La aviación eléctrica llega para quedarse. Las baterías que se desarrollan son y serán cada vez más eficientes y esto abre puertas impensables. Primero llegarán los aviones híbridos y después los eléctricos", aseguró Soria.