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Un inspector del 1-O ordenó disparar pelotas tras quedar la policía “aislada”

Un inspector de la Policía Nacional ha admitido que ordenó disparar las pelotas de gomas que reventaron el ojo a un votante del 1-O en una escuela de Barcelona para poder salir del lugar, donde que se habían quedado “aislados” después de que parte de sus efectivos se marcharan con las urnas requisadas.
Según han informado fuentes jurídicas, otros cinco agentes de la Policía Nacional han declarado hoy como investigados ante el titular del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, que investiga la intervención de la Policía Nacional para impedir el referéndum en la capital catalana.
Ante el juez han comparecido hoy cinco de los 13 policías nacionales que están imputados por la actuación en la escuela Ramon Llull de Barcelona, donde Roger Español perdió la visión en un ojo por una pelota de goma, entre ellos el inspector que dio la orden de dispararlas y el subinspector responsable de la actuación sobre el terreno.
El inspector ha justificado ante el juez la orden de disparar las pelotas de goma en la necesidad que tenía de sacar de las puertas de la escuela Ramon Llull a su operativo, que se había quedado aislado después de que parte de sus efectivos abandonaran la zona con las urnas intervenidas en el local, mientras cada vez se iban concentrando más manifestantes.
Los investigados han insistido en que los concentrados mostraron mucha agresividad contra los agentes, como reacción después de la confiscación de las urnas, y que se vieron obligados a disparar las pelotas de goma para ganar espacio respecto a los manifestantes, que, han destacado algunos imputados, iban “organizados”.
Uno de los agentes investigados, que sólo ha contestado a las preguntas de su abogado, ha añadido que los policías sólo pretendían irse del lugar porque temían por su integridad física y que, de no haber abandonado la zona, habría podido ocurrir “una tragedia”.
Las declaraciones de hoy no han contribuido a aclarar la implicación de los investigados en los daños causados por las pelotas de gomas, ya que tanto el inspector como el subinspector han responsabilizado a sus subalternos de la actuación.
De hecho, mientras el inspector se ha escudado en que sólo dio la orden de usar pelotas de goma y que debía ser el subinspector quien la ejecutara en cada momento, este investigado, que se encontraba en la acera donde cayó herido Roger Español, ha aducido que cada escopetero tiene libertad para decidir cuándo y de qué forma dispara si no hay un responsable a su lado.
Como en días previos, los agentes imputados han recalcado que los concentrados reaccionaban contra los agentes con una “hostilidad y odio” que algunos de ellos dicen no haber visto en todos sus años de servicio y que les lanzaron monedas, tornillos, cascos y vallas metálicas.
A preguntas del juez, el inspector investigado se ha desmarcado de las manifestaciones de otros agentes -que admitieron que no se pueden usar las porras contra gente sentada pacíficamente en el suelo- y ha asegurado que sí se puede utilizar la defensa ante “situaciones de resistencia pasiva”.
Cuando el instructor le ha insistido en que aclarase en qué medida eran violentos los votantes sentados en el suelo, el inspector ha apuntado que “obstaculizaban el paso de los furgones” y ejercían “violencia verbal” contra los policías.
El inspector imputado, tras destacar que sus efectivos son especialistas en la gestión de masas, ha añadido que los votantes del 1-O “no eran simples manifestantes”, por lo que a su parecer la actuación habría requerido “calma y tacto”.
Precisamente, de “calma tensa” ha calificado el investigado los primeros instantes de su actuación en la escuela Ramon Llull, hasta que empezó a crecer el número de manifestantes y éstos respondieron con agresividad como reacción a la confiscación de las urnas, ha añadido.
Según han mantenido los imputados, antes de tirar pelotas de goma se dispararon salvas al aire para atemorizar a los concentrados y que éstos optaran por dispersarse.
Los policías han negado que vieran caer al suelo herido a Roger Español, al que acudieron a auxiliar varias personas sin que cesara el disparo de pelotas de goma, tal y como se aprecia en las grabaciones de vídeo que figuran en la causa, según ha destacado Anaïs Franquesa, abogada del centro Iridia de defensa de derechos humanos que ejerce la acusación en la causa.

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