El Hospital Clínic de Barcelona ha atendido en lo que va de año 351 casos de agresión sexual, lo que significa más de una agresión diaria, un cifra que supone un aumento del 33 % respecto el mismo periodo del año pasado, según los resultados del balance de casos presentado hoy.
“Es un tema sumamente importante, es un problema de país”, ha señalado el directo médico del Hospital Clínic, Antoni Castells, que ha presentado los resultados junto con la psiquiatra y presidenta de la comisión de violencia interfamiliar y de género, Lluïsa García Esteve, y la coordinadora del turno de noche de urgencias del hospital, Teresa Echeverría.
Los responsables han alertado del “aumento desmesurado” de las agresiones atendidas, que, con los datos recogidos hasta el 31 de octubre, ya duplican el total de casos registrados en 2005, el primer año que se recopilaron datos.
Castells ha explicado que, según sus cálculos, prevén que el año 2018 se cierre con, aproximadamente, 400 agresiones, 100 casos más que el año pasado, lo que representa un aumento relativo del 33 %.
El director médico ha enfatizado la vertiente clínica de las agresiones sexuales y ha explicado cómo, desde el hospital y la comisión de violencia intrafamiliar y de género, se aborda la cuestión con una perspectiva global.
En este sentido, García Esteve ha afirmado que las agresiones sexuales enferman a las víctimas y desde el programa de acompañamiento del hospital se procura dar una asistencia tanto clínica, como psicológica y legal para ayudar en la recuperación funcional.
De los 351 casos, 321 corresponden a mujeres, que representan un 91,5 % del total, mientras que en hombres hay 30 casos, un 8,5 % del total, aunque García Esteve ha señalado que en todos los casos el agresor es un hombre.
Respecto a las denuncias, los datos recogidos este año muestran que en un 63 % de los casos se opta por la vía judicial, lo que supone una tendencia a la baja en relación con los años anteriores, dado que en 2014 el 72,8 % de las víctimas interpusieron una denuncia.
Por grupos de edad, los resultados revelan que la mayoría de casos se dan entre jóvenes menores de 25 años, que representan el 62 % de las agresiones atendidas.
La doctora García Esteve ha explicado sin embargo que desde el mes de mayo pasado también se han registrado doce casos de menores de edad agredidas.
Otro dato expuesto por la psicóloga han sido los porcentajes de víctimas que conocían a su agresor: en uno de cada tres casos la víctima conoce al agresor.
También se ha puesto de relieve que en el 7,78 % de las agresiones a mujeres, un total de 26 casos, hubo más de un agresor.
En cuanto al lugar de las agresiones, un 56 % de los casos se dan en domicilios -el de la propia víctima, de un amigo o desconocido-, mientras que una de cada cinco ocurren en la vía pública y uno de cada diez tienen lugar en discotecas o bares.
Las drogas también son un factor que los responsables han destacado, ya que en casi un 30 % de las agresiones atendidas se sospecha que hubo sumisión química, un indicador que informa sobre la presencia de sustancias químicas que afectan al sistema nerviosos.
Este indicador no puede afirmar si el consumo de la sustancia fue voluntario o no, sino que describe los casos en los que la víctima “ha perdido el control de su vida durante unas horas”, ha explicado Echeverría.
En este sentido, Echeverría ha señalado que en los análisis posteriores de los casos de sumisión química nunca han encontrado rastros de burundanga, la droga que anula la voluntad, aunque ha alertado de la dificultad de detectarla dada la rapidez con la que este tipo de sustancias desaparecen del cuerpo.
Otros datos del balance revelan que el 55,6 % son de las víctimas son extranjeras o personas migradas y que en siete de cada diez agresiones sexuales hubo penetración.