Vallés

Las 40 familias desalojadas en Viladecavalls aún no pueden volver

Unas 40 familias que viven en dos bloques y diez casas en la calle de Mª. Mercè Marçal del núcleo urbano de Viladecavalls tuvieron que ser desalojadas el jueves de sus viviendas después de que cediesen las tierras sobre las que se asientan los patios a causa de la lluvia y se derrumbasen algunos de ellos. Los propietarios pasaron la noche del jueves fuera de sus domicilios, en viviendas de familiares o en un hotel que costeó el Ayuntamiento; ayer seguían sin poder acceder a sus viviendas (solo se les dejaba entrar para coger enseres) y todavía no saben cuando podrán regresar.

Los afectados están a la espera del informe técnico que está elaborando el Ayuntamiento, que no estará listo al menos hasta el lunes. El administrador de fincas de los bloques y casas también está elaborando un informe para conocer la magnitud de los desperfectos. En cualquier caso, fuentes municipales avanzaron ayer que las viviendas no han sufrido daños estructurales, aunque la zona sigue precintada por posible riesgo de más desprendimientos. Respecto a los patios, se han visto afectados un total de seis.

Durante el día de ayer, personal de Protección Civil, Bomberos y Policía Local se encontraba en el portal de acceso a las viviendas -se construyeron hace once años- y únicamente dejaban entrar a los vecinos para recoger enseres.

Los afectados, como es natural, están desesperados y desconcertados. “Ya hemos cogido ropa para una semana”, afirmó ayer resignada una vecina, mientras que otra explicaba que los desprendimientos le pillaron en casa y “vimos cómo caía el patio del vecino”.

“Más que pasar miedo, estuvimos desconcertados ya que a muchos nos pilló fuera de casa porque estábamos trabajando y nos fuimos informando de lo que ocurría a través del grupo de whatsapp que tenemos los vecinos”, explicó ayer una de las afectadas. A toro pasado y después de no haber tenido que lamentar ninguna desgracia humana, lo que ahora realmente preocupa a los vecinos es cuándo podrán entrar en sus casas y quién asumirá las reparaciones. “Estamos pagando hipoteca y ahora solo nos faltaba esto”, se lamentaba ayer una afectada.

Sin agua en Vacarisses
El deslizamiento de tierras en estas viviendas es una de las más de cien incidencias que se registraron en Viladecavalls a causa de la lluvia, donde cayeron los muros de contención de la Escola Rosella y el campo municipal de fútbol; se produjo un socavón en una calle de Can Corbera y se desplomaron numerosos árboles. Por todo ello, el Ayuntamiento pedirá a la Generalitat que declare el municipio como zona catastrófica ya que “la situación sobrepasa los recursos municipales de que disponemos”, señalaron ayer fuentes municipales.

En Vacarisses, la incidencia más destacada fue que ayer se quedaron sin agua -la intención era restablecer el servicio hoy- en las urbanizaciones de Carena Llarga, Torreblanca I y II, La Coma y el núcleo urbano, lo que supone sobre el 70% de abonados al suministro municipal de agua. ¿El motivo? La intensa lluvia del jueves provocó que el agua bombeada desde los pozos (el municipio se nutre de acuíferos) llegase a los depósitos desde donde se abastece a las viviendas mezclada con barro. Por ello, ayer se procedió a vaciarlos y limpiarlos.

Además, una familia fue desalojada de su vivienda, en Torreblanca I, después de que cayese un muro de contención, y tuvo que pasar la noche del jueves fuera.

50 muros caídos en Rubí
También la C-58 se vio afectada por el temporal, en el tramo comprendido entre Vacarisses y Castellbell, con varios desprendimientos de magnitud sobre la calzada. Por ello, ayer permaneció cortada y se abrió a los vehículos el peaje de la C-16.

Otro de los municipios con mayor afectación fue Rubí, donde se registraron hasta 195 litros por metro cuadrado (le siguió en volumen de agua Castesllbisbal, con 157 litros por metro cuadrado).

Según fuentes municipales, en Rubí, la lluvia provocó cerca de 50 muros caídos; sobre una treintena de vías donde cayeron árboles; 16 calles donde se produjeron desprendimientos; cuatro espacios con alumbrado público y/o semáforos fuera de servicio; tapas de alcantarillado fuera de sitio en cuatro vías y acumulación de agua y/o inundaciones en una veintena de espacios.

Asimismo, Sant Cugat registró una cuarentena de salidas de los bomberos por las lluvias, informó ayer Cugat.cat.

Apuntar que Unió de Pagesos afirmó ayer que la siembra de cereales en Rubí y Castellbisbal se retrasará por las lluvias, que han dejado la tierra empantanada.

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