Las calles desbordadas por el agua, coches atascados, filtraciones en edificios como el del Mercat de la Independència, inundaciones, cortes de suministro eléctrico con miles de afectados, un peatón herido al hundirse la acera bajo sus pies en la avenida del Vallès. Un temporal volvió a abismar a Terrassa en el caos, sobre todo viario y sobre todo al mediodía, cuando los escolares salían de los colegios. El alcalde activó el plan de emergencia en fase de alerta.
A las diez de la mañana Protecció Civil de Catalunya había puesto en marcha su plan INUNCAT ante la previsión de temporal en el litoral y el prelitoral. La probabilidad de lluvias intensas se incrementaba para el mediodía. El episodio de aguaceros, sin embargo, se había adelantado a lo previsto. Se desencadenó de madrugada y en algunos puntos del Vallès Occidental se superó el umbral de intensidad de 65 litros de agua por metro cuadrado. Por ejemplo, en Sant Cugat del Vallès.
El teléfono 112 recibió 187 llamadas en relación con 116 incidencias durante la madrugada y hasta las nueve de la mañana. La mayoría de los avisos (87) se hicieron desde el Vallès Occidental. Referían inundaciones en inmuebles y obstáculos en las calzadas: ramas desgajadas, árboles derribados, piedras, barro. La línea S1 de Ferrocarrils quedó interrumpida entre Terrassa y sant Cugat del Vallès. Luego se restableció el servicio.
En Terrassa la lluvia dio algunas treguas por la mañana, paréntesis de agua calma que pareció una simple contención de lo que estaba por llegar.
Hasta el mediodía, los bomberos recibieron una media docena de alertas sobre incidencias en Terrassa. A las 7.40 de la mañana, la primera: había imbornales tapados en la calle de Colom. Otro aviso se refería a una furgoneta atascada en la calle del Mas Branca, en Les Martines. Luego llegó una comunicación sobre unas goteras en la calle de Avinyó, en Segle XX. Eso fue por la mañana, a las 10.50. A partir del mediodía se amontonaron las alertas. El agua se acumulaba en un aparcamiento de la calle de Dom Bosco, en La Maurina, y el conductor de un coche se había refugiado en un túnel de la avenida del Vallès ante la crecida de agua en ese tramo, cerca de Les Fonts.
Apagón
Y de repente se fue la luz en miles de edificios. Caminar por barrios como Sant Pere Nord o Ègara era ver tiendas y bares a oscuras, a comerciantes a las puertas de sus establecimientos móvil en mano. Había una avería de efectos notables: unos 4.000 abonados se quedaron sin fluido eléctrico en un apagón que empezó a las 12.11 por una inundación en un transformador de la plaza de la Immaculada, en Ègara, según un portavoz de la compañía eléctrica. Al cabo de una hora la mayoría de clientes afectados había recuperado el suministro, pero el apagón continuó para más de 700 clientes. Endesa tenía previsto activar un grupo electrógeno para restablecer el fluido.
Decenas de avisos
Hojas de árboles tapaban cientos de imbornales. Caían ramas. Entre las doce del mediodía y las 5.30 de la tarde, los bomberos recibieron cuarenta avisos relacionados con la tormenta. Entre la activación del plan de emergencias municipal, a las dos de la tarde, y las siete, los servicios del Ayuntamiento realizaron más de cincuenta intervenciones. En la avenida del Vallès, cerca de Ca n’Anglada, la acera se hundió y un transeúnte cayó al socavón. Según las primeras informaciones, sufrió lesiones leves.
Se sucedían las llamadas. El Consistorio tuvo que anular paradas de autobús de la línea 10, en Les Fonts, y de la 5, en La Maurina y Roc Blanc. Y cerró la biblioteca del distrito 4 por seguridad, pues el aguacero había afectado al sistema eléctrico y el aire acondicionado. Las lluvias agravaron los problemas de filtraciones que ya experimenta el Mercat de la Independència en su cubierta y el Ayuntamiento anunció que llevará a cabo actuaciones de urgencia para solucionarlos. El lunes ya empezó trabajos de reparación. Se reforzó el servicio de limpieza para evitar accidentes de clientes o tenderos.
El riesgo de lluvias fuertes se mantenía alto hasta las cero horas de hoy. A partir de medianoche, y hasta las seis de la madrugada, el riesgo pasaba a ser moderado.