El Mercat de Sant Pere, la plaza del Triomf y sus aledaños se han convertido este sábado en el punto gastronómico por excelencia de la seta y otros productos típicos de otoño. Todo ello gracias a la XIII Fira del Bolet que, como es tradicional, ha reunido puestos de venta y degustación de paradistas de la ciudad y de fuera.
Un año más, el rovellón ha sido el rey más expuesto y solicitado. El producto se ha podido adquirir a un promedio de 25 euros el kilo. Es el más caro porque escasea, según los paradistas consultados. Aunque alguno de ellos, como Josep Ginestà, del Bages, ha asegurado que le gusta más el “fredolic”.
La feria de otoño de Sant Pere, con mucha afluencia y buen tiempo, también ha ofrecido una oferta de actividades infantiles para los más pequeños, así como talleres y demostraciones culinarias.
