En verano de 2016, Vacarisses padeció restricciones de agua después de que el principal pozo que abastece al municipio, en Can Serra, diese muestras de agotamiento con un fuerte descenso de su columna de agua (llegó a estar a un metro y medio). A raíz de ello, el Ayuntamiento se puso las pilas y empezó a buscar soluciones. Una de ellas pasó por encargar un estudio hidrogeológico sobre los acuíferos del municipio (que son con los que se abastece la localidad). A raíz de sus conclusiones, primero se hizo una introspección en Can Còdol sin éxito y luego otra en Torreblanca I, donde sí se encontró agua.
Ahora, el Ayuntamiento destinará 266 mil euros para crear un nuevo pozo en Torreblanca I y conectarlo con la red general. El proyecto, cuya aprobación definitiva aún debe pasar por pleno (la inicial ya lo hizo), se licitará lo antes posible con la idea de que el pozo esté operativo antes del verano. Su puesta en marcha servirá para aliviar la sobreexplotación que durante años ha sufrido el pozo de Can Serra.
"Se trata de dejar descansar un poco al pozo de Can Serra, que está sobreexplotado", afirmó ayer el alcalde de Vacarises, Antoni Masana, quien, a vueltas con la escasez de agua en el municipio, señaló que "después de todas las lluvias" caídas en lo que va de año "ahora estamos más tranquilos porque el pozo de Can Serra se ha recuperado". De hecho, su columna de agua es de 16 metros, una cifra que hace respirar aliviado al Consistorio, aunque no baja la guardia (la columna había llegado a los 40 metros hace una década).
Las obras del nuevo pozo consistirán en la instalación del bombeo y en la canalización de impulsión hasta el depósito de distribución de agua de la Torre. El presupuesto también incluye expropiaciones.
EL DATO
16 metros
Es el nivel de la columna de agua del principal pozo que abastece al municipio, en Can Serra. Hace dos años, la columna había llegado a estar en un metro y medio.
