Poco más de 15 mil personas se han subido al bus sin conductor Èrica en su gira catalana por ocho ciudades, entre ellas Terrassa, con un recorrido conjunto de 880 kilómetros. Se trata de una iniciativa impulsada por la Associació de Municipis per la Mobilitat i el Transport Urbà (AMTU), con el apoyo de la Generalitat. En la ciudad, un total de 1.621 terrrassenses probaron el bus durante los cinco días que estuvo el pasado mes de septiembre en un tramo del Parc de Vallparadís, donde el vehículo realizó un total de 110 kilómetros.
El bus Èrica pasó también por Sant Cugat (tres mil pasajeros y 86 km de recorrido); Sabadell (1.081 usuarios y 59 km); Girona (1.302 ciudadanos y 89 km); El Vendrell (2.209 personas y 79 km); Reus (2.568 pasajeros y 181 km); Martorell (1.161 personas y 126 km) y Vic (2.100 usuarios y 150 km).
El presidente de AMTU, Jordi Xena, valoró de manera muy positiva la gira y afirmó que "hemos hecho historia porque hemos podido presentar a la sociedad un nuevo sistema de transporte que creemos que será una revolución y representará un cambio paradigmático en el ámbito de la movilidad y el transporte urbano". Xena añadió que "durante estos dos meses (que es el tiempo que ha durado la gira) se ha demostrado que el Èrica es un autobús totalmente seguro y que puede mejorar el transporte a demanda, ofreciendo un sistema más adaptado a las necesidades de los ciudadanos".
De hecho, el presidente de AMTU prevé que a partir de 2020 ya podrían circular los primeros buses autónomos por Catalunya.
El bus autónomo que ha protagonizado la gira por las ocho ciudades catalanas tiene capacidad para doce personas (seis sentadas y seis de pie) y es cien por cien eléctrico, climatizado y accesible a personas con movilidad reducida, ya que incorpora una rampa automática que se despliega al mismo tiempo que el vehículo se baja. La iniciales de su nombre Èrica responden a los principales rasgos característicos del bus: Eléctrico, revolucionario, inteligente, compartido y amable.
Inteligencia artificial
Pese a que el Èrica no lleva chófer, durante la gira hubo operadores que en todo momento acompañaron y asesoraron a los ciudadanos que lo probaron.
Los autobuses autónomos que ya circulan por diversos países del mundo son un ejemplo de aplicación de la inteligencia artificial. Mayoritariamente se trata de pequeños buses que funcionan con energía eléctrica, equipados con un sistema GPS y con cámaras de reconocimiento de objetos y sensores, que analizan constantemente lo que hay a su alrededor.
