Ha habido un accidente en la carretera de Rubí, dijo un testigo a la policía ayer de madrugada. En efecto, había un accidente: un coche se había estrellado contra un talud. Pero el conductor no estaba. Se largó a pie, mas la Policía Municipal lo encontró, le hizo la prueba de alcoholemia y le imputó un delito contra la seguridad vial.
Eran las 4.30 de la madrugada cuando el 092 recibió la llamada: accidente en la carretera de Rubí, cerca de Can Jofresa. Dos patrullas acudieron al sector indicado por el testigo. Los agentes vieron el coche. Había colisionado contra un talud el lado de un aparcamiento para camiones de la rotonda conocida como la del Hipódromo.
El vehículo estaba allí, pero no así el conductor ni persona alguna. Llegó otra dotación de apoyo para unirse al operativo de busca del conductor. Unos testimonios facilitaron a los agentes información de interés sobre el huido, y unos guardias lo encontraron poco después.
Lo localizaron en el barrio de Segle XX, en el cruce de la calle del Tren de Baix con la del Gasòmetre. Se acercaron al sospechoso y pronto se dieron cuenta de que mostraba señales de embriaguez.
Le preguntaron si conducía aquel autotomóvil, si lo había abandonado después de un accidente en la carretera de Rubí. El individuo lo reconoció: sí, él era el conductor.
Dada la evidencia de su ebriedad, los agentes le instaron a soplar en las pruebas de alcoholemia y las sospechas quedaron corroboradas con una tasa inicial de 0,71 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Los agentes trasladaron al infractor a la Jefatura para que efectuase allí las pruebas de precisión. Los resultados bajaron un tanto en esos dos tests. Las tasas arrojadas fueron de 0,68 y 0,63 miligramos respectivamente. La Policía Municipal abrió diligencias penales por un delito contra la seguridad vial.
Los guardias elaboraron un informe. Según las primeras averiguaciones, el coche circulaba por la carretera. Cuando llegaba a la rotonda, no entró en ella. El conductor se distrajo y accedió a un carril sin salida situado a la derecha.
Cuando se dio cuenta, hizo un giro brusco hacia la izquierda y se acabó golpeando con el talud. El cuerpo local realizó gestiones con la compañía de seguros del vehículo para su retirada.