El Banc de Sabadell ha puesto sobre la mesa un plan de adecuación y rehabilitación de la Masia Marcet, el edificio residencial situado en Can Boada del Pí obra del arquitecto Lluis Muncunill. La masía lleva décadas deshabitada y en proceso de degradación, un problema que ha sido reiteradamente denunciado por la asociación de vecinos del barrio y que cuenta con el apoyo de la Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa (FAVT).
La propuesta formulada por el Banc de Sabadell, actual propietario del inmueble, pasa por tres fases de intervención, la primera de las cuales se llevaría a cabo a corto plazo y afrontaría los problemas de inseguridad del edificio. Según informa la AVV, la intervención consistiría en el cierre de puertas ventanales y cualquier hueco abierto para impedir la entrada de personas. La AVV lleva años alertando del riesgo que supone el acceso de niños y jóvenes a un edificio deteriorado, con el consiguiente riesgo para su integridad física.
En esa primera actuación también se retirarían vegetación, maleza y residuos. El objetivo en este caso es dejar limpio el recinto y evitar la proliferación de ratas.
El plan contempla una segunda fase, dentro de 3 meses, en la que la propiedad presentará un proyecto de reparación de las cubiertas y de apuntalamiento de los elementos más deteriorados, así como la limpieza del interior del edificio. Hace más de dos años se procedió al apuntalamiento de los balcones del edificio y de algunas dependencias del interior. La masía presenta grietas y está afectada de humedades.
La última intervención en el edificio se llevó a cabo en 2016, cuando el Banc de Sabadell rehabilitó toda la cubierta, que se había desplomado. En aquella ocasión la reconstrucción del techo se reconstruyó respetando el diseño y los materiales originales.
En una tercera fase, el Banc de Sabadell se ha comprometido a elaborar y presentar un proyecto de rehabilitación integral del edificio. Una de las rehabilitaciones más esperada, al margen de la recuperación de la masía y poner freno a su deterioro, es la de la fachada, para acabar con la imagen de degradación que proyecta en la actualidad.
"Nos complace la buena disposición del banco para evitar la ruina de la Masia Marcet", comenta desde la AVV de Can Boada del Pi su presidente Toni Amate. La entidad estará "vigilante" a la expectativa de que "se cumplan lo acordado con los representantes municipales. Nuestro objetivo final es que una vez salvada y rehabilitada nuestra masía se destine para el beneficio del barrio y de la ciudad".
Una larga reivindicación
Los vecinos conocieron el pasado 19 de diciembre el compromiso del Banc de Sabadell de afrontar la rehabilitación de la Masia Mercet. Fue en el transcurso de una reunión de la AVV de Can Boada del Pi con Marc Armengol, teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, así como con representantes del distrito y del equipo técnico del área. en ese encuentro la administración ha comunicado a los vecinos el resultado de sus negociaciones con la entidad financiera propietaria del edificio protegido y la propuesta de intervención formulada por sus representantes.
Los vecinos de Can Boada del Pí llevan años denunciando el deterioro del edificio y reclamando una intervención. "No pedimos soluciones rápidas -decían el pasado mes de junio- pero si que se pongan manos a la obra y que se elabore un plan de rehabilitación".
La Masia Marcet se edificó a principios del siglo XX por la familia Marcet, propietaria también en aquella época de la Masia de Can Boada del Pi, esta con más de 5 siglos de historia. La familia Marcet decidió construir la Masia Marcet para disfrutar de una vivienda más moderna y acondicionada. El edificio estuvo ocupado hasta hace unas tres décadas, cuando los masoveros que cuidaban la finca la abandonaron.