Las representaciones de "Don Juan Tenorio" en la Noche de Difuntos o la festividad de Todos Los Santos constituyen una tradición tan arraigada en muchos lugares de la Península como en Catalunya las navideñas de "Els Pastorets", y este largo puente festivo del año en que se cumplen 150 de la visita de su autor a Terrassa (acontecida el 9 de mayo de 1868) invita, ya que no tenemos función a mano, a releer la obra, obligatoriamente en la edición prologada y anotada por un terrassense, el profesor de literatura de la UAB Bienvenido Morros, que la editorial Vicens Vives publicó en 2014. Quienes ya se la sepan demasiado, no les apetezca lidiar con reflexiones sobre la muerte, el amor y el arrepentimiento, o deseen leer otras cosas de José Zorrilla, pueden substituir "el Tenorio" por la antología de la poesía lírica, "con las composiciones más representativas de las diversas épocas de su vida, del principio al final", llegada a las librerías hace unos meses y con la que Morros insiste en el estudio y la difusión del célebre poeta y dramaturgo romántico.
Es un volumen de casi quinientas páginas que reúne "poemas que nunca se habían editado modernamente -hasta ahora solo en sus ediciones originales o en las obras completas-, ni tenían una edición critica, ni se habían estudiado demasiado". Ahora pueden ser leídos, con notas que los explican y los contextualizan, en este cómoda y barato tomo de la colección "Letras hispánicas" de Càtedra, la gran editorial de los clásicos españoles, de título conciso: "Poesías".
Una biografía casi de folletín
Morros reconoce que llegó a Zorrilla "de casualidad", porque no es un autor sobre el que imparta clases -está especializado en períodos más antiguos-, al aceptar el proyecto editorial sobre "Don Juan Tenorio", pero sobre el que ha acabado trabajando apasionadamente. "La edición de "Don Juan Tenorio’ era más divulgativa, pero aquí he podido investigar y explicar más su biografía". De modo que estas "Poesías" de Zorrilla se abren con una introducción de 150 páginas, las cuarenta primeras de las cuales son un recorrido por una vida que "parece casi una novela de folletín. No es que haya hecho grandes descubrimientos sobre ella, pero sí que he podido confirmar datos".
Hijo del superintendente general de la policía del Reino, cuya defensa de la causa carlista le costaría destitución, destierro y exilio, José Zorrilla (Valladolid, 1817-Madrid, 1893) antepuso muy pronto (a los 12 años comenzó a leer a Walter Scott, Chateaubriand y Fennimore Cooper, y a escribir sus primeros versos) sus aficiones literarias a los estudios, y fueron vanos los contumaces esfuerzos de su padre para que se licenciara en leyes. Literalmente huyó de ello, como describe Morros en una anécdota novelesca. Cuando Zorrilla anunció al procurador y al rector de la universidad de Valladolid que se graduaría "de ‘claustro pleno’ aquel año como que volaran bueyes", éstos "no dudaron en meterlo en un carruaje con destino al pueblo de Burgos para devolvérselo a su padre. Durante el viaje, nuestro poeta pensó en el tipo de vida que le esperaba de regreso a su casa familiar y aprovechó un descuido del conductor para saltar del carruaje y montarse en una yegua a cuyos lomos volvió a Valladolid".
Vida nueva
"En su ciudad natal burló a sus perseguidores, pernoctó en casa de su amigo Miguel de los Santos Álvarez, y al día siguiente inició viaje a Madrid para empezar una vida nueva, pero con el remordimiento de haber fallado a sus padres". Cree Morros que la vida de Zorrilla "estuvo siempre condicionada y marcada por esa decisión", y por la voluntad de ganarse el perdón y el reconocimiento de su padre.
En Madrid, a los 22 años, y mientras desarrollaba una febril actividad literaria, Zorrilla conoció a Florentina O’Reilly, viuda, de 38 años, a la que dejó embarazada. Se casó con ella en agosto de 1839, y en octubre nació una hija, que fallecería a los tres meses. Para alejarse de su mujer, en 1850 marchó a París,donde se enamoró de una muchacha llamada "Leila " en sus versos, identificada como Emilia Serrano de Tornel, hija de una familia acomodada de Granada, y futura baronesa de Wilson. "No sabemos en qué año contrajo matrimonio con el barón de Wilson, con quién tuvo una hija que murió a los 4 años de edad, y es probable que la relación con nuestro poeta la iniciara cuando era mujer casada", escribe Morros. "No cabe descartar que Margarita, que es así como se llamaba la hija, fuera en realidad la hija de nuestro poeta y no del barón".
Algunos de sus escritos lo parecen indicar. Cuando marcha a México, escribe un largo poema a Leila subtitulado "la flor y la perla", y Margarita es "perla" en griego, "y además en sus memorias menciona a las dos hijas que tuvo y que ‘se habían convertido en ángeles antes de llegar a ser muchachas’". Su esposa falleció en 1865, y, en 1869, José Zorrilla, con 52 años, volvió a casarse, con Juana Pacheco Martín, de sólo 18 años.
La influencia de Lord Byron
Dominada por una poderosa vocación literaria, la vida de Zorrilla es una sucesión de avatares, no solo sentimentales, marcadamente románticos, de amena lectura en las primeras páginas de este libro. En las siguientes, Morros desarrolla una análisis de su poesía que presenta una gran novedad: el fuerte influjo de Lord Byron. "Siempre se había hablado de la influencia de Espronceda y Gil y Carrasco, y nunca de la de Lord Byron, y es a Lord Byron a quién más imita. Hay cosas muy evidentes. Sus vidas son paralelas. Los dos huyen de la patria. Byron a Grecia, donde pilla las fiebres que le mataron, y Zorrilla a México, y dice que para que le pille una fiebre rara." Zorrilla, por otra parte, es una persona "muy bien formada, que hablaba bien y leía el inglés, el francés y el italiano. Los poetas que más le influyen son los franceses, sobre todo Victor Hugo".
Esta antología lo es exclusivamente de la poesía lírica de Zorrilla, "por ser la menos conocida de su obra y también, por tanto, la menos leída", pero no es fácil marcar una distinción clara con la poesía narrativa. Y al final se lo pregunto al profesor Morros: ¿vale la pena leer esta poesía escrita hace 150 años? "Sí, porque es de gran calidad", responde contundente. "Hay poemas realmente buenos. Los del género ‘oriental’ son de una gran belleza y calidad estética. Zorrilla era un poeta muy sólido". Y, por supuesto, el volumen tincluye la mayor parte de piezas dedicadas a sus dos grandes amores, Emilia Serrano y María de la Paz Adalid.
LOS DATOS
Título: "Poesías"
Autor: José Zorrilla
Edición de: Bienvenido Morros
Editorial: Cátedra
Precio: 16, 75 euros