El nuevo modelo lingüístico de Ensenyament, en el que defiende implantar árabe y chino en el estudio de lenguas extranjeras, suma más reacciones. A la comunidad educativa, expertos y sindicatos, se añade el sindicato Ustec-Stes, que es el que ostenta mayor representatividad en el colectivo docente.
El mismo valora de entrada que el documento sea muy teórico, y deje en entredicho la autonomía de los centros en materia lingüística y también la cobertura del catalán, lengua que en este momento, dice el sindicato, está recibiendo fuertes presiones por parte de determinadas fuerzas políticas.
Papel mojado
Ustec-Stes, como ya lo hizo CCOO, critica que "se hable de un modelo de lenguas plural sin mencionar recursos, ni ratios, ni desdoblamientos, ni formación, elementos absolutamente imprescindibles para el dominio de, como mínimo, las cuatro lenguas (catalán, castellano y dos lenguas extranjeras), que el alumnado debe aprender. Sin recursos, estos objetivos son papel mojado". El sindicato considera, además, que es especialmente grave cuando "este nivel de trabajo y esfuerzo recae en el profesorado de un sistema educativo que solo es financiado por un dos por ciento del PIB, es decir una tercera parte de lo que contempla la LEC y lo que establecen, como orientación, los organismos internacionales". Asimismo, el sindicato achaca también que si bien el documento hace referencia a la potenciación de la lectura, se obvia que los sucesivos planes de estudio han dejado de lado a la literatura y apenas tiene presencia en los currículos. Por estos motivos, entre otros, Ustec critica también que el documento se haya redactado al margen del profesorado y lo invalida. "Lo más conveniente -sugiere- sería partir de cero y elaborar uno nuevo de acuerdo con la participación activa de los enseñantes". El sindicato, por último, dice valorar de forma positiva que en los centros se promueva la presencia de la lengua de origen de sus alumnos como respeto y reconocimiento a todas las lenguas.
