El conseller d’Ensenyament, Josep Bargalló, ya anunció tras su toma de posesión algunos objetivos de la política de su departamento. Y entre estos figura como prioritario combatir la segregación escolar, un fenómeno que tiene en Terrassa un claro exponente, según los estudios presentados. El primero por el Síndic de Greuges de Catalunya y el segundo, el de "L’escolarització a Terrassa", del Ayuntamiento y de las sociólogas Florencia Kliczkowski y Judith Jakokvis, de la UAB.
Bargalló ha explicado su intención de empezar esta semana la ronda de conversaciones para modificar el decreto de admisión escolar, es decir la normativa que regula el acceso a los centros educativos y que, entre otras muchas cosas, reserva un número de plazas para alumnos de entornos desfavorecidos y/o necesidades educativas especiales.
El decreto actual fija dos plazas para este colectivo en los centros sostenidos con fondos públicos; es decir en el público y en el concertado. Ciudades como Terrassa, sin embargo, hace tiempo que piden un aumento para reequilibrar las solicitudes y la matrícula y revertir la segregación. Avanzándose a los cambios, el Consell Escolar Municipal (CEM) y el Ayuntamiento han conseguido aumentar este número de dos a cuatro plazas en la reserva de plazas de P3 y 1º de ESO en algunas zonas de escolarización, lo que fue calificado por el alcalde Alfredo Vega, a su vez concejal de Educación, de muy positivo. Revisar el decreto para combatir la segregación es una de las medidas que también figura en el paquete de propuestas surgidas del estudio "L’escolarització a Terrassa" y que se dieron a conocer en el último Consell Escolar Municipal celebrado en el nuevo INS Can Roca.
Cultura religiosa
Bargalló recordó que esta semana empezarán a hablar de la modificación de la normativa de admisión en la clausura de la XXVI Jornada de reflexión sobre identidades, culturales y educación del Consell Escolar de Catalunya (CEC), que se celebró el sábado en Cornellà de Llobregat. En el mismo foro, el conseller se declaró partidario de impartir cultura religiosa en lugar de religiones. "Somos un sistema escolar que no debe explicar confesiones religiosas. Somos un sistema educativo que debe enseñar a entender el mundo, a participar. Apostamos claramente por la cultura religiosa", no por las religiones, en currículos y horarios escolares", manifestó.
En la jornada participaron también seis centros educativos para explicar sus experiencia en la diversidad. Una de las que lideró estas ponencias fue la Escola Mare de Déu de Montserrat de Terrassa y uno de los colegios que acoge más población recién llegada y extranjera. Su proyecto recibió este año el primer premio de Ensenyament del Cercle d’Economia y "la Caixa".