La Síndica de Greuges de Terrassa ha abierto un interesante debate en la ciudad o quizás deberíamos decir que ha ampliado un intenso debate que ya existe en la ciudad en torno a la limpieza. Isabel Marquès dice hacerse eco del sentir de muchos ciudadanos en torno al problema de la limpieza, pero lo hace de forma más específica.
Considera la Síndica que Terrassa no sólo está más sucia en general, sino que tiene un problema particular con los grafitis, tags, pintadas e inscripciones en general en las fachadas de edificios. Dice que se da una situación de injusticia porque de alguna manera se obliga a los propietarios de los edificios a costear las limpiezas de las fachadas aún siendo víctimas de las mismas y que de la misma forma que cuando se tira un papel al suelo hay un servicio de limpieza que se hace cargo de su recogida, debe haber un servicio de limpieza de fachadas que asuma de la misma forma la responsabilidad de mantener también en buen estado las fachadas de la ciudad, sean públicas o privadas.
El debate es francamente pertinente. Con toda seguridad, el equipo de gobierno no lo considerará del todo oportuno si tenemos en cuenta la que está cayendo en torno a la limpieza de la ciudad. No hace un mes, como quien dice, que el gobierno recibió una de los mayores rapapolvos que se recuerdan en una sala de plenos y ahora se abre el “melón” de los grafitis. En cualquier caso, insistimos en que el debate es pertinente y merece una reflexión.
Muchos ayuntamientos tienen equipos de limpieza especializados en pintadas y en Terrassa la normativa es ambigua y viene a traspasar a la propiedad de los edificios la responsabilidad de la limpieza, cuando es cierto que esos propietarios son víctimas del incivismo igual que lo somos todos, por ejemplo, del incumplimiento de las normas en cuanto al vertido de objetos voluminosos en los alrededores de las baterías de contenedores.
La síndica, con buen criterio, propone el debate sobre hasta que punto debe el Ayuntamiento asumir la responsabilidad de preservar, prevenir y mantener la limpieza también en la fachada de los edificios particulares en la ciudad. De qué manera se debe regular y responder ante un problema que en Terrassa no es menor y sólo hay que darse una vuelta por cualquier calle de la ciudad para comprobarlo.
Otra cosa es si es este es el mejor momento, pero seguramente no es función de la síndica determinar la ocasión.
