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Carriles exclusivos y limitar la velocidad, claves contra accidentes de moto

Crear carriles exclusivos para motos o limitar su velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en las ciudades son algunas medidas que los expertos proponen para reducir la siniestralidad de ese tipo de vehículos, implicados en el 40 % de los accidentes de tráfico que ocurren en las zonas urbanas.
La siniestralidad de las motocicletas en el ámbito urbano e interurbano centra la 24ª edición del Fórum Barcelona de Seguridad Viaria, una jornada de debate organizada por el RACC que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha inaugurado hoy y en la que han intervenido el director general de Tráfico, Pere Navarro, y el director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Juli Gendrau.
En la sesión inaugural, la alcaldesa ha comenzando recordando los 17 muertos en accidentes de tráfico en Barcelona este año, de los cuales nueve eran motoristas, unas cifras que ha descrito como “dramáticas”.
La concejal de movilidad del ayuntamiento, Mercedes Vidal, ha criticado que los conductores de coche reciban de forma automática a los dos años el permiso A1 para motocicletas, una medida que cree que debería “revisarse”.
Por su parte, el director general de la DGT ha mantenido la línea del resto de ponentes y ha declarado que una ciudad que no apuesta por la movilidad solo puede derivar en “caos”, “contaminación”, y “accidentes”.
El director del SCT, Juli Gendrau, propone localizar la zonas de mayor siniestralidad y elevar todo lo posible la presencia policial en dichos puntos para evitar que el número de víctimas aumente.
Asimismo, el presidente del RACC, Josep Mateu, ha defendido la implantación de un carril exclusivo para motocicletas en el acceso a la ciudad de Barcelona para regular su velocidad y reducir el número de accidentes.
Josep Mateu sitúa a los motoristas, junto a peatones y ciclistas, dentro del colectivo “más vulnerable” en las carreteras y por ello considera que, más allá de sanciones económicas, se debe invertir en formación para una mejor circulación. “El futuro de las grandes ciudades será sin transporte privado”, ha manifestado.
La directora de la asociación de Prevención de Accidentes de Tránsito (PAT), Yolanda Doménech, ha hecho hincapié en la regulación de los límites de velocidad porque considera que en Barcelona “se corre demasiado”.
La psicóloga propone reducir hasta 30 kilómetros por hora la velocidad máxima en ciudad y el consumo de alcohol por parte de los motociclistas porque, asegura, con la movilidad “nos jugamos la vida”.
La ponencia principal del acto ha estado protagonizada por el director de investigación del instituto francés de ciencias del transporte, planificación y redes (IFTSTTAR), Pierre Van Elslande, que ha hablado sobre los principales problemas que tienen los conductores de motocicletas a nivel europeo.
Pierre Van Elslande considera que las motos se han desarrollado de forma “imprevista” y que los gobiernos se están adaptando de forma “espontánea” a la problemática.
Uno de los puntos principales de su investigación es el riesgo al que están expuestos los motociclistas en carretera. “No es que haya un mayor número de accidentes, sino que el riesgo de salir herido en moto es mucho mayor”.
Según los resultados de sus estudios, el riesgo de accidente por kilómetro recorrido aumenta un 120 % en el caso de las motos y la probabilidad de que este sea de carácter mortal se eleva otros 30 puntos sobre las probabilidades de los coches.
Dos de los motivos principales de este tipo de accidentes, ha explicado, son la escasa visibilidad de las motos en la carreteras y el exceso de confianza de los conductores, que reducen en exceso su nivel de atención en carretera.
El acto ha concluido con una mesa redonda entre expertos de seguridad viaria y movilidad en la que se ha discutido sobre todo tipo de medidas y cuestiones referentes a la circulación de motocicletas en la capital catalana.

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