La comunidad Llavor 3D está liderada por el centro tecnológico terrassense Leitat y se constituye en un polo de innovación en la fabricación aditiva e impresión en 3D. Esta comunidad participa hasta hoy, jueves, en la feria In(3D)ustry. Durante el evento presenta cómo ayuda a las empresas para acelerar el desarrollo y la adopción de tecnologías aditivas por parte de los sectores industriales para mejorar su productividad.
Con un presupuesto que se acerca a los once millones de euros y alrededor de cuarenta empresas participantes, Llavor 3D se estructura en torno a cuatro proyectos: 3D Tooling, Pro2, Transport y QuirofAM, que incluyen el sector de herramientas de producción industrial, el sector transporte y el de la salud. Dentro de los proyectos de la comunidad Llavor 3D se desarrollan nuevas herramientas de software, nuevos materiales, procesos de producción más eficientes y versátiles, nuevos procesos de postproducción y tratamientos superficiales, así como nuevas aplicaciones de impresión 3D. “Estos proyectos contribuyen a la creación de un ecosistema de I+D en aditivos y tecnologías de fabricación que refuerzan la posición de Catalunya como referente internacional”, dice Magí Galindo, coordinador de Llavor 3D.
Innovación inteligente
El centro tecnológico terrassense Leitat coordina la comunidad Llavor 3D, una de las once áreas en que Catalunya ha decidido especializarse como un signo de identidad y proyección hacia el futuro económico. Esta comunidad, que integra a empresas, centros tecnológicos y entidades de investigación, se engloba en el marco de la estrategia RIS3CAT, de la Generalitat, cuyo objetivo es la investigación y la innovación inteligente del país, en respuesta a las exigencias de la Unión Europea. La sede de esta comunidad es el propio Leitat, donde el pasado julio sus miembros se reunieron para planificar el plan de trabajo de este proyecto, que se prolongará hasta diciembre de 2020. Esta comunidad se caracteriza por el fuerte compromiso de sus miembros, que aportan entre todos la mayor parte de un presupuesto de once millones de euros. De ellos, 3,8 millones llegan de la Generalitat a través de Acció, gracias a una ayuda de los fondos europeos Feder. El resto surge del bolsillo de los socios del proyecto. El objetivo final es acelerar el desarrollo y adaptación de las tecnologías de fabricación aditiva e impresión 3D por parte de la industria y que este ámbito tecnológico catalán sea un referente europeo.