Jana, Pau y Gina, la Melmelada Band y el Pot Petit fueron los visitantes de excepción que ocuparon, el domingo por la tarde, el escenario del Teatre Principal. Las entradas estaban agotadas desde hacía semanas, y eso daba una idea de la devoción que profesan los más pequeños de la casa a esta propuesta que mezcla música en directo (con canciones propias), marionetas, historias y un vestuario especial.
El espectáculo que presentaron está basado en el tercer disco de esta compañía en la que conviven músicos profesionales, maestros de escuela y especialistas en interpretación. En el caso de Helena Bagué, más conocida como Jana, se combinan estas tres facetas. Este tercer trabajo se titula "A l’aventura."
El espectáculo presentado de la mano de La Xarxa, en colaboración con la Casa de la Música de Terrassa, partió con la historia del "Lleó vergonyós" y a partir de ahí viajó por lugares como el espacio, nos invitó a conocer "El drac Rac", potenció la figura de los abuelos y abuelas (había bastantes repartidos por toda la sala), estimuló el contraste entre el pueblo y la ciudad, nos invitó a conocer a una bruja, a conocer las flores de un jardín y a cantar juntos la popular canción de "Els pirates."
El Pot Petit fue un personaje más junto con el león, el mico, la oruga…. Todos estos personajes manipulados por Olga Bernardo (Gina), la "titellaire" del Pot Petit, ayudaron a crear un mundo paralelo dentro de un espectáculo que es bastante más que un concierto. En ocasiones, las coreografías y las interacciones de los músicos con el actor y actrices ayudan a situar la propuesta a caballo entre el concierto y el musical.
Reacción entusiasta
El ambiente creado fue de entusiasmo; fue emocionante ver a pequeños y pequeñas que aún no han alcanzado los ciclos de primaria corear muy entregados las canciones de la banda.
A lo largo del concierto, sedujo la gran expresividad de Helena Bagué, que sin llegar a utilizar del todo el lenguaje de signos diseñaba con sus manos los elementos de las historias de sus canciones. También despertó con sus movimientos simpáticos e histriónicos Siddartha Vargas, quien además de ineractuar constantemente con las actrices cogió su guitarra para sumarle sonidos a la música de la Melmelada Band.
El final de esta experiencia fue espectacular para los asistentes, ya que el concierto concluyó con una explosión de confeti y serpentinas.
El próximo concierto en el marco de la programación musical de La Xarxa llegará de la mano de Samfaina de Colors y "Els cistells de la caputxeta.".
