El 20 % de las familias catalanas están descontentas con la información que reciben de la educación de sus hijos, aunque el 78 % confía en que el profesorado respondería positivamente si su hijo tuviera un problema, según una encuesta que ha presentado hoy la Fundación Bofill.
La encuesta se ha efectuado a un total de 9.794 padres y madres para que valorasen el acompañamiento y la tutoría que hacen los centros escolares a las necesidades de sus hijos e hijas, un ámbito que, según el director de la Fundación Bofill, Imael Palacín, es muy esencial porque “la diferencia entre el éxito y el fracaso (escolar) está en el trabajo de acompañar y tutorizar”.
La directora del área de investigación de la fundación, Mónica Nadal, ha explicado que en general los resultados de la encuesta muestran dos bloques entre los padres; uno en el que se muestran muy satisfechos y el otro, en que no están especialmente satisfechos y consideran que necesitarían más información para poder acompañar a sus hijos en sus estudios.
El 20 % de las familias que valoran tener poca información, en general, tienen estudios más bajos y creen que no pueden darles la ayuda necesaria y necesitan más orientación por parte de los docentes.
Nadal también ha comentado que, a partir de las conclusiones del estudio, se podría decir que “las familias con estudios más altos se encuentran más satisfechas (con la información que reciben de los centros) aunque se espere lo contrario”.
En general, se ha concluido que las escuelas proporcionan a padres y madres información adecuada, pero es necesario dar más información y recursos a aquellos padres que lo necesitan y que, al mismo tiempo, suelen coincidir con las familias con hijos que no van bien en la escuela y con aquellas con niveles educativos más bajos.
El 27 % de las familias también consideran que no dispondrán de suficientes recursos para ayudar a sus hijos en los estudios, una cifra que supone el 34 % en el caso de las familias con hijos que no van bien en la escuela.
El paso entre la Educación Primaria y la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es, según Palacín, “una etapa crítica” y las encuestas muestran que en esta transición las familias pasan a tener menor comunicación con el tutor de un 64,6 % en Primaria a un 41,6 % en ESO.
Estos datos muestran que en la ESO, aun siendo una etapa en la que se manifiestan los problemas escolares que derivan en fracaso escolar, “las familias con dificultades no perciben mayor disponibilidad del tutor”, según explica Nadal.
La encuesta también muestra que el rol del tutor se ha valorado positivamente, pero se percibe una demanda pujante de más dedicación por parte de los tutores, a quienes también se les pide más orientación para los padres.
El director de la fundación ha afirmado que las necesidades educativas han cambiado y que, por tanto, “en el futuro, el trabajo principal será el de tutorizar y acompañar”, aunque también ha añadido que “la escuela actual no está pensada para el acompañamiento”.
Ismael Palacín ha afirmado que “el derecho a la educación lo hemos redefinido”, esto comporta que ya no solo se pare atención en los conocimiento adquiridos por los alumnos, sino que también se incluya un seguimiento y una atención individualizada.
Por ello, Palacín también ha explicado que “la formación de los maestros se debe ir actualizando y extendiendo”, y además espera que la formación de profesores “contemple más la atención individualizada”.