Cada día decenas de personas entonan en el Raval de Montserrat "Cants per la Llibertat" en demanda de la liberación de los políticos presos por el proceso independentista. Ayer, los cantos mudaron de sitio. Se corearon en la plaza de Lluís Companys, donde se conmemoró el fusilamiento del presidente de la Generalitat.
Esquerra y sus juventudes, Jovent Republicà, habían convocado el acto durante un par de décadas. Ayer, ambas formaciones cargaron contra el gobierno municipal porque, recordaron, el año pasado (con el PDeCAT en el ejecutivo) el acto tuvo un carácter institucional que en esta ocasión el Consistorio actual ha obviado.
Se han cumplido 78 años del fusilamiento de Companys "por el régimen fascista del General Franco", indicaron en un comunicado los republicanos, que remarcaron la apertura de la convocatoria a todos aquellos que quisieran homenajear a Companys. En la plaza estuvieron concejales del PDeCAT (Miquel Sàmper y Meritxell Lluís, esposa del preso Josep Rull) y Xavier Matilla, edil de Terrassa en Comú.
El homenaje pretendía ser "un clamor unitario por la democracia y la libertad". Se leyó un manifiesto, suscrito también por Òmnium, la ANC, CC. OO y la CUP, en el que se criticaba al Estado español por negarse "a declarar nulo el juicio" contra Lluís Companys.