Un emú recorrió el miércoles por la tarde varias calles del centro de Sant Cugat mientras era perseguido por dos motos y dos coches de la Policía Local, tras ser ésta alertada por un vecino. El ave acabó finalmente falleciendo, al desplomarse en la confluencia de las calles de Sant Francesc Xavier y Barcelona, en pleno centro de la ciudad. Fuentes municipales explicaron a Europa Press que no se usó arma alguna ni ninguna otra herramienta para frenar al animal.
La persecución policial se inició en el sector de Valldoreix, donde fue localizado el emú, y se prolongó durante algo más de un par de kilómetros, hasta que el ave se detuvo en la céntrica calle de Barcelona, en su confluencia con la de Sant Francesc Xavier, y cayó desplomado al suelo.
Según explicó la Policía Local a Cugat.cat, el cuerpo policial ya era conocedor de la existencia del ave (de gran tamaño y no voladora), por la mañana a raíz de la llamada de un ciudadano. Fue a media tarde cuando los avisos se incrementaron al aparecer el animal en la plaza de Can Cadena de Valldoreix, por lo que la Policía Local destinó dos motos y dos vehículos para darle caza.
Incineración
Desde la plaza de Can Cadena, el emú hizo un recorrido de algo más de dos kilómetros que lo llevó por el paseo de Valldoreix, las calles de Sant Antoni y Francesc Moragas, la avenida de Gràcia y la confluencia entre las calles de Sant Francesc Xavier y Barcelona, donde el animal cayó fulminado.
La Brigada municipal se ocupó de retirar el cuerpo sin vida del emú, que fue trasladado a los frigoríficos donde se depositan los animales que mueren en la vía pública para después ser incinerados.
El Ayuntamiento localizó ayer al propietario del animal, que es vecino de Sant Cugat, según informaron fuentes municipales, que no develaron en qué barrio de la ciudad reside. Eso sí, confirmaron que deberá hacerse cargo del coste de la incineración.
En Twitter, el Consistorio informó ayer que abrirá diligencias para dictaminar si debe aplicar algún tipo de sanción al propietario, quien se expone a una multa de entre 400 y dos mil euros por infringir la ordenanza municipal de tenencia de animales.
A raíz de este suceso, el Consistorio recuerda que los propietarios de este tipo de animales deben garantizar su seguridad y la de los que le rodean ya que el emú fallecido podría haber causado graves daños físicos y materiales.
El emú común (Dromaius novaehollandiae) es una especie de ave de la familia Dromaiidae y, después del avestruz, es la segunda en tamaño. De color castaño claro, este tipo de ave es nativa de Australia, no vuela, alcanza los dos metros de altura, pesa sobre unos 45 kilos, es omnívora y puede recorrer grandes distancias y llegar a alcanzar una velocidad de 50 km/h.