Un bebé falleció ayer poco después de ser atropellado en la calle de la Tramuntana, en Can Tusell. Un familiar lo acababa de recoger de una guardería próxima.
Fue al mediodía. Fue fruto del trágico azar, acaso de un fatal despiste de una milésima de segundo. La Policía Municipal investiga las causas del accidente. A las 12.29 empezaron a correr las informaciones en los servicios de emergencias. Un niño de corta edad había sido atropellado por un vehículo en calle de la Tramuntana, a unos metros de la avenida de Béjar.
A ese punto se dirigieron una dotación de Bombers y varias unidades de la Policía Municipal. Llegaron dos ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), una básica, la otra medicalizada.
Agentes locales regularon el tráfico mientras los equipos sanitarios atendían al pequeño. Según las primeras informaciones, tenía 17 meses. Fuentes del SEM apuntaron que su estado era crítico cuando una ambulancia lo trasladó directamente a la Corporació Sanitària Parc Taulí de Sabadell. Efectivos de bomberos colaboraron en el traslado, acompañaron hasta ese hospital a la ambulancia.
El bebé perdió la vida poco después. A las dos de la tarde la policía fue informada del fallecimiento.
Agentes municipales investigan lo ocurrido. Ayer hablaron con testigos, inspeccionaron el lugar del accidente, reconstruyeron los hechos, realizaron mediciones.
Al parecer, un familiar del pequeño lo había recogido de la guardería y se dirigió a su vehículo. Algo pasó antes de colocar al niño en su sillita. Quizás se escapó, tal vez se separó de su cuidador a cierta distancia. Fue cuestión de un instante. Un vehículo que circulaba por la calle de la Tramuntana en dirección a la avenida de Béjar lo pilló.
Fuentes próximas a las pesquisas apuntaron que, a tenor de los indicios, el vehículo no transitaba a una velocidad excesiva, inadecuada para aquel tramo. El niño cayó al suelo por el impacto, pero no salió despedido a varios metros. Al parecer, el desplazamiento fue más o menos de un metro.
La Policía Municipal instó al conductor del automóvil a efectuar las pruebas de alcoholemia. El resultado fue negativo. El vehículo quedó allí durante unas horas. Poco después de las seis de la tarde su responsable se pudo hacer cargo del coche. Allí, en la calzada, permanecían las señales pintadas por policías para marcar los puntos clave del accidente.