Al llegar a la rotonda se le fue el coche. La conductora se encontraba bajo los efectos del alcohol, con tasas constitutivas de delito contra la seguridad del tráfico. El coche que manejaba se estrelló contra una señal de tráfico en la calle de Colom, el lunes por la tarde.
A eso de las 4.30 el sistema de emergencias 112 contactó con la Policía Municipal: había recibido un requerimiento acerca de un accidente en la calle de Colom, cerca de la de Àries.
Una patrulla se desplazó a ese punto del polígono industrial de Can Parellada. La información facilitada por el 112 ya adelantaba que el turismo implicado en el accidente se había salido de la vía.
Tan pronto arribaron, los agentes pidieron a su central un aparato de medición de alcohol para realizar a la conductora las pruebas pertinentes, habida cuenta de los indicios que apuntaban a su embriaguez. Otra dotación policial se presentó en la zona para llevar el alcoholímetro. La Policía Municipal habló también con Egarvia para que una grúa retirase el turismo.
Más del triple
La primera prueba de alcoholemia, la de carácter orientativo, tras la que se puede llevar a cabo la de evidencia, ya arrojó un resultado de 0,87 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. La tasa era de más del triple de la máxima permitida. Un coche patrulla llevó a la mujer a la Jefatura para que efectuase allí los tests de precisión. Los resultados variaron algo, pero no lo suficiente para anular la presunta comisión de un delito contra la seguridad vial. Las dos pruebas dieron tasas de 0,82 y 0,79 miligramos. La Policía Municipal instruyó diligencias penales. Los efectos del accidente eran bien visibles ayer.
El cuerpo local denunció ayer a otro conductor, esta vez por la vía administrativa, por un positivo de alcoholemia. Una dotación de agentes observó el coche poco antes de la una de la madrugada. Circulaba pòr la calle de Núria, cerca de la de Velázquez. Algo despertó las sospechas de los guardias, que pararon el vehículo. Apreciaron en el conductor signos de ebriedad y le conminaron a soplar. En el aparato portátil, el test se saldó con una tasa de 0,63 miligramos, al límite entre la falta administrativa y eldelito. Las pruebas de precisión dieron niveles de 0,62 miligramos. El conductor fue multado.