Terrassa

Un periplo largo, lleno de avatares económicos

Ha habido que esperar más de cuatro años para ver revitalizado el proyecto de la Casa de la Musica de Terrassa, después de que la aportación municipal -una de las tres patas presupuestarias de este proyecto cofinanciado- haya sido muy escasa. "Desde 2013 hasta 2016 estuvimos pidiendo una subvención como una entidad más", apunta Lali Pujol, diferenciándose de los otros proyectos de Cases de la Música en Catalunya (Mataró, L’Hospitalet, Gironès y Manresa). Pujol es la responsable de Vesc, la empresa privada que en Terrassa sacó adelante este proyecto en 2008 con la cofinanciación de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Terrassa.

Pese a esta circunstancia, la actividad de la Casa de la Música continuó, aún zozobrando, durante cuatro años: "Es un regalo que ha tenido la ciudad, con poca aportación, durante cuatro años."

Pero en 2017 la situación era ya tan insostenible que Lali Pujol decidió tirar la toalla. Justo aquel momento coincidió con la entrada en la conselleria de Cultura del egarense Lluís Puig, ex responsable de Vesc y ex director de la Casa de la Música de Terrassa, que a través el director del ICEC (Institut Català de les Empreses Culturals), Xavier Díaz, decidió tomar cartas en el asunto y trabajar en el reimpulso de la Casa de la Música de Terrassa.

La entrada de la Diputació
El Ayuntamiento de Terrassa tardó en dejarse convencer, pero tras varias reuniones, se logró acordar la firma de un convenio marco trianual entre las cinco Cases de la Música, un acuerdo en el que también acabó sumándose la Diputació de Barcelona.

De este modo, cada una de las Cases de la Música recibe de la Generalitat, en 2017, 55 mil euros, y en 2018 y 2019 61 mil euros. Los ayuntamientos aportan por su parte 50 mil euros cada año, la misma cifra que la empresa privada. La aportación de la Diputació de Barcelona (el Gironès es un caso aparte) es de 40 mil euros cada año para todas las cases de la Música, diez mil por casa.

Uno de los motivos por los que este acuerdo no había prosperado en años anteriores fue por la crisis económica. "Tampoco ahora es un momento fácil, y en cambio lo hemos conseguido. No deja de ser un éxito", admite Lali Pujol.

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