El sector de la red concertada ha empezado el curso con una novedad importante. La cooperativa Creixen Educació ha anunciado que ha incorporado a su red de centros a la Escola Cultura Pràctica de Terrassa y que dará continuidad a su proyecto pedagógico que cuenta con 650 alumnos y 75 profesionales.
Este es el segundo cambio de titularidad en la gestión que afronta Cultura Pràctica en los últimos seis años. El colegio de la calle de Sant Pere fue traspasado en el año 2012 por la familia Puig a David Rodríguez y Ferran Rodríguez, quienes crearon para esta gestión una fundación que tomó el nombre del centro educativo.
Con la incorporación de Cultura Pràctica, la cooperativa Creixen Educació quiere consolidar un red de escuelas en Catalunya y liderar un modelo de escuela de calidad y de vanguardia. “Con la escuela de Terrassa hacemos un paso más para contribuir a una escuela catalana basada en los valores cooperativos”, ha remarcado David Cos, presidente de la coopeativa.
El grupo que se hace cargo de Cultura Pràctica cuenta con tres socios fundadores: Escola Sant Gervasi, Abacus y Suara. Las tres entidades -explican desde la cooperativa- acumulan años de experiencia en el sector de la educación en el país. Creixen Educació gestiona también la Escola Sant Gervasi en Barcelona y la Escola Goar en Viladecans.
Fundada en 1940, Cultura Pràctica de Terrassa es un referente en el sector de la enseñanza y en la ciudad. La escuela fue fundada por Carles Puig Vilanova (1913-2009) y tuvo continuidad con sus hijos Enric y Rosalia hasta que se jubilaron. Carles Puig, que fue maestro de la antigua Academia Fuster, decidió en su día emprender su proyecto propio con cursos de comercio y bachillerato, para dar respuesta a las empresas y bancos que necesitaban jóvenes preparados para sus oficinas.
Adaptación
La actividad formativa arrancó en un local modesto de la calle de Sant Pere hasta que más tarde, con la gran demanda, adquirió la Casa Galí, modernista, la sede actual en la misma calle, número 36. La escuela modernizó y amplió sus espacios, y le permitió incrementar la oferta y el horario (implantó el nocturno). Con el tiempo se fue adaptando a las nuevas normativas y necesidades sociales. Así fue cuando Cultura Pràctica se convirtió en un centro de dos líneas de infantil, primaria y ESO, y sumó FP en Atención a la Dependencia y Restauración. El centro celebró en el curso 2015-16 sus 75 años de actividad con varios actos festivos.